La Federación Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) que comanda Rodolfo Daer denunció la vulneración de derechos laborales en Arcor. Acusan a Pagani de utilizar las tercerizaciones para precarizar a una porción de su plantel de trabajadores, de reducirle los salarios a los grupos de riesgo y de no cubrir las vacantes que se generaron en pandemia.
Tras el enfrentamiento entre el camionero Hugo Moyano y el nuevo dueño de Walmart Francisco de De Narvaez, por ahora en stand by, otro duelo de pesos pesados recalienta la economía. Y otra vez se da en una actividad clave: la alimentación.
Se trata de un mano a mano entre la Federación Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) que comanda Rodolfo Daer y el poderoso Grupo Arcor, propiedad del empresario Luis Pagani, por el cumplimiento del convenio colectivo de trabajo de la actividad en sus plantas.
Las protestas comenzaron en Catamarca con una movilización pero la Federación las extendió a nivel nacional. Reclaman por incumplimientos en las plantas de Arroyito, Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Tucumán, Provincia de Buenos Aires, San Rafael y San Luis.
Alimentación denuncia que el Grupo Arcor castiga a los operarios que forman parte de los denominados grupos de riesgo y les paga menos salario del fijado por convenio. Además no cubre las vacantes exigiendo sobrecarga de trabajo.
El gremio apunta que la firma no cumple con la entrega de la ropa de trabajo ni con la provisión de equipos de seguridad.
Por último describen una operatoria para precarizar una porción de su personal en base a tercerizaciones. Señala que a los «eventuales» se les pagan menos premios y que suele cambiar con asiduidad de empresas para quitarle años de antigüedad.