El número dos de Camioneros y uno de los candidatos para conducir la central obrera, Pablo Moyano, sigue en la campaña para sumar respaldos. Suma organizaciones al Frente Sindical y no abandona el sueño de ser el 1 de la CGT.
La extensión de la emergencia sanitaria y la consecuente prórroga de los mandatos sindicales, extendió más de un año la «rosca» cegetista para definir las nuevas autoridades de la central obrera. En principio estaba proyectado para agosto de 2020 y todavía no hay certezas si la elección podrá realizarse este año.
Pablo Moyano, número dos de Camiones y uno de los nombres que no le escapó a la candidatura de Azopardo, aprovecha el tiempo extra para fortalecer su imagen y su espacio.
En el plano político respondió al escándalo de la vacunación de Hugo Moyano con una escalada de las tensiones con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Una huelga y mayor enfrentamiento con Horacio Rodríguez Larreta, un rival que le queda cómodo.
En el plano sindical sigue tejiendo para tratar de fortalecer su espacio. De hecho, en las últimas horas mostró de sus reuniones y se mostró activo en el Frente Sindical.
Por un lado recibió en su despacho a dos de los principales referentes del Sindicato de Aguas y Gaseosas, un gremio con el que históricamente tuvo chispazos. Allí sellaron la paz entre las organizaciones, programaron el trabajo en conjunto en la actividad y hablaron de «la necesidad de una CGT que represente a los trabajadores».
Días más tarde tuvo otro encuentro en su oficina. Allí cerró con Fabian González la incorporación de la Asociación Personal Jerárquico de Marina Mercante, al Frente Sindical para el Modelo Nacional.
A eso se le suma que esta misma semana la Juventud Sindical que le responde sumó 5 gremios a sus filas: la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP), la Asociación de técnicos y empleados de protección y seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA), Sindicato de Peones de Taxis de la Ciudad de Buenos Aires, el Sindicato de Remiseros de Rosario y Sindicato Unidos Portuarios (SUPA), Sindicato de Supervisores de la Industria Aceitera (ASIABRA) y la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Está claro que la cantidad de afiliados, y por lo tanto la cantidad de congresales que les corresponde en la elección cegetista, tiene a Los Gordos todavía en una posición de fortaleza.
Por ello habrá que ver si, además, Pablo Moyano logra consolidar un espacio de unidad que supere su armado personal. Para eso todavía tiene tiempo.