En una pelea que tuvo una fuerte carga simbólica por lo que se está debatiendo en el seno de la CGT por estas horas, Pablo Moyano logró salir fortalecido de su disputa contra la multinacional Coca Cola.
Luego de 3 días de medidas de fuerza, pese a la conciliación obligatoria que dictó el ministerio de Trabajo de la Nación, obtuvo beneficios para 1.500 trabajadores y la promesa de que no habrá despidos ni cambios de encuadre.
En concreto se habla de una gratificación salarial para mil afiliados al gremio del transporte y el pase a dicha organización de 500 ayudares y choferes al convenio colectivo de Camioneros.
Según relató Diario BAE, no trascendió el monto de la gratificación, reservada por la conducción sindical, resumiendo que «lo importante es que con el respaldo de nuestros compañeros logramos beneficios para los trabajadores de esta empresa», rubricaron los voceros.
Lo que está claro es que la faz combativa de Pablo se profundiza a medida que insiste en trasladar esa postura como alternativa para la CGT de cara a una inminente «reforma laboral».