(Por Luis Autalán @luisautalan / Fotografía Ariel Gaspardi) El secretario general de los Gastronómicos de la seccional Mar del Plata, Pablo Santín, analizó con crudeza al actual Gobierno Nacional, con foco en el 40% de pobreza del país. No dudó en apuntar que el destrato al personal es una constante en los empleadores de su rubro y destacó el proceso gremial que inició su conducción en la Ciudad Feliz. Pero la dualidad más relevante la expresa en estas elecciones generales donde por un lado fiscalizarán para La Libertad Avanza de Javier Milei y en la elección marplatense propician la candidatura de la kirchnerista Fernanda Raverta para intendente.
Para la ocasión el «había una vez» se remite a dos años atrás y dentro de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), seccional Mar del Plata. Un gremio que, por excelencia, hace a la actividad de la denominada «Perla del Atlántico». Por historia y presente, turismo, hotelería y gastronomía son pilares de la vida marplatense. Remontarse entonces a 2021 hace que la salida de la pandemia sea una referencia dolorosa e inevitable, como también al momento en que el actual secretario general Pablo Santín asumiera la responsabilidad sindical de su organización. Con su equipo y agrupación se presentaron y derrotaron al oficialismo marplatense, algo más que un mojón en la estructura sindical liderada por el histórico y polémico Luis Barrionuevo.
En semanas donde las voces de muchos sindicalistas buscaron el silencio como refugio, mientras que otros se remitieron a dejar algún testimonio premoldeado en lo que puede suceder a partir de las urnas de este domingo 22, Santín se prestó a la charla con InfoGremiales.
Una breve estadía en Buenos Aires hizo que la entrevista se desarrollara en una confitería, dirán que no podría ser de otra manera tratándose de un gremialista gastronómico. La conversación abarcó su infancia marcada por momentos duros, la pasión por el trabajo de equipo, el análisis a los empleadores, el Gobierno y será marcada por una dualidad a la hora de adhesión electoral. Un hecho sobre los trazos que marcó Luis Barrionuevo desde su comando nacional de la UTHGRA.
A los 38 años Pablo Santín también dejó en claro que la vocación sindical viene de la mano de una impronta familiar donde la vida lo desafío para la supervivencia y a modo de spoiler -por fuera del sindicalismo- hablar de Boca Juniors, la inminente final de la Copa Libertadores ante el Fluminense incluida hacen que aparezca -sin frenos en modo genuino- un sentimiento nacional y popular.
Sobre la mesa de un bar palermitano de una mañana de primavera da inicio la entrevista 92 de InfoGremiales y la charla se remonta a dos años atrás cuando Santín coronó su triunfo para asumir como secretario general de la UTHGRA marplatense.
«Podemos estar días hablando de peronismo pero la realidad de hoy es que con un Gobierno, entre comillas peronista, tenemos un 40% de argentinos pobres que no tienen para poner un plato de comida arriba de la mesa»
Pablo Santín
-¿Cómo fue ese ingreso a la cúpula gastronómica de Mar del Plata?
-Con mucha adrenalina. Fue una elección dura, hubo dos años de campaña podríamos decir, de correr, caminar, independientemente que con el grupo de delegados que habíamos formado esa agrupación, hace 10 años que veníamos trabajando en el gremio, ad honorem, haciendo militancia. Eso nos había generado un conocimiento importante en la calle, pero los dos últimos años previos a la elección fueron de trabajo, intensidad, adrenalina y la verdad que una experiencia maravillosa.
-¿A cuántos trabajadores representa?
-Hoy en Mar del Plata estamos hablando de casi 15.000 trabajadores y trabajadoras. Cuando asumimos estábamos un poquito arriba de los 5.500 registrados, y hoy estamos entre 10.000 y 11.000. Todavía tenemos un porcentaje por alcanzar y estamos convencidos que si seguimos trabajando de esta manera, a corto plazo vamos a tener un número mucho más alto de registración.
-Casi que arrancó su mandato sobre las cenizas de la pandemia.
-Bueno, la pandemia dejó muchas secuelas, informalidad, desempleo, recortes salariales, mucha gente por debajo del índice de la pobreza, dejó mucho daño. Y por supuesto también dejó otro daño, el de la salud. En el nivel laboral en nuestra actividad dejó muchas secuelas.
-Su gestión da inicio lejos del escenario ideal.
-Totalmente. Sí tengo que reconocer que arrancamos un poco con el viento de cola de lo que fue la remontada. Nuestro comienzo fue cuando se abrió todo y se podía empezar a trabajar, con el sustito ese en los primeros días de que había habido un nuevo brote y de que habían empezado a generarse contagios en los establecimientos. Me acuerdo que en enero de 2022, el primer mes de esta gestión, teníamos establecimientos donde había hasta un 40% de trabajadores con Covid en la casa.
-¿Cómo hacen para convivir en una ciudad gobernada por una fuerza política donde uno de sus principales eslogans de campaña es terminar con el sindicalismo?
-La verdad es que nosotros no recibimos respuestas del municipio sobre cuestiones para los trabajadores y trabajadoras. En algunas oportunidades les presentamos pruebas sobre establecimientos que incluso trabajaron y trabajan a puertas cerradas. Un contralor donde sí o sí necesitamos del acompañamiento del municipio y sin embargo nunca recibimos respuestas favorables. Mar del Plata es un municipio que permanentemente, con sus funcionarios y su intendente, promueven la informalidad. Entonces nosotros sabemos que tenemos que trabajar, trabajamos mucho con Provincia, con el Ministerio de Trabajo Bonaerense y el de Nación. Desde ese lugar sabemos que tenemos mucho trabajo por delante contra la informalidad. Tenemos claro hasta dónde llega y hasta dónde no el municipio, y no te queda otra alternativa que darle para adelante.
-Llegó a pedir que «dejen de nombrar funcionarios en vez de cobrar más tasas».
-Bueno, tengo entendido, y de hecho figura en los registros, que es la gestión que más funcionarios nombró desde que asumió. Tiene una sobrepoblación dentro del municipio que es increíble, tremenda, lo dicen los números, lo dicen los registros.
«Vengo de una familia de 8 hermanos, de chico -y lo puedo decir con orgullo-, aunque ya no está, me tocó ver a mi mamá llorando por no tener para darnos de comer. Tuve que salir a pedir, fruta a la verdulería, pan a las panaderías, para poder llevar eso a mi casa y para que mis hermanos coman»
-Mito o realidad se habla de la “Ciudad Feliz” y su fuerte impronta antiperonista.
-Nosotros no hemos tenido problemas. Somos un gremio duro que trabaja mucho en la representación de trabajadores y trabajadoras. Tomamos muchas medidas gremiales y en ese punto, la verdad, siempre tuvimos libertad de trabajo. Lo que no tuvimos es respuestas a la hora de presentar reclamos de los trabajadores y trabajadoras pero en la forma y en el estilo de trabajo que llevamos adelante nunca tuvimos inconvenientes.
-¿Ya lo tentaron para incursionar en la política?
-Yo hablo mucho con los políticos. Tengo muy en claro la posición que tengo y lo que quiero. A mí me importa la política desde el lugar que el contexto social te obliga, que es decir en qué lugar estamos parados. El día de mañana lo veremos, no quiero ser rehén de mis propias palabras, pero en lo personal no me interesa involucrarme en ningún lugar político. Yo amo el sindicalismo, amo el sindicato, estoy fascinado con la tarea que tengo de ser secretario general y poder representar a mis trabajadores y trabajadoras, y después equilibrar la balanza entre lo que está bien y lo que está mal. Soy un apasionado de lo que hago y me siento muy cómodo en el lugar que estoy.
-En la discusión paritaria no se juega solo una cuestión económica, trasciende muchas veces el desprecio o destrato a trabajadores y trabajadoras por los o las empleadoras. ¿Lo percibe?
-Todo el tiempo. Hay mucho desprecio hacia los trabajadores. Cada cuestión, cada situación que se va presentando, termina generando una discusión ideológica. Por ejemplo, si dirimimos los conflictos gremiales en un tribunal penal o laboral, o si los trabajadores tienen que ser pobres o tienen derecho a irse de vacaciones. Y eso en la práctica se ve, se siente, se palpa. Hay discusiones ideológicas que a veces son una lucha permanente y que nosotros venimos llevando adelante. Para nosotros es muy apasionante cuando logramos equilibrar la balanza de una compañera madre, con hijos. A la que no le pagan el sueldo como corresponde y no le respetan los francos, a la que tratan mal, le faltan el respeto. Para nosotros es muy satisfactorio cuando equilibramos esa balanza porque ideológicamente nadie tiene derecho de maltratar ni de despreciar a ningún trabajador ni a ninguna trabajadora. Y cuando discutimos paritarias, o un plus de temporada, como los que tenemos en la seccional de Mar del Plata, cuando discutimos cuestiones que tienen que ver con los trabajadores y los trabajadores ahí nos damos cuenta que para los empresarios somos no más que un número.
-Algo que debe cambiar en la Argentina.
-Y tiene que cambiar porque las empresas tienen que existir porque generan puestos de trabajo concretos, eso no lo podemos desconocer, pero ninguna se sostiene sin trabajadores. Ninguna empresa funciona sin trabajadores. Siempre recalco que en UTHGRA tenemos un equipo de trabajo brillante que está al servicio de los afiliados. Y cuando por alguna cuestión me toca recibir algún elogio, siempre remarco: «guarda, yo no estoy solo». Si yo me presento un día a trabajar solo, explota todo. Tiene que ver con las 54 personas que trabajan en mi seccional para la tarea que se lleva adelante. ¡Y en la empresa es lo mismo! Ninguna empresa funciona si va solo su empleador y se presenta a trabajar. Entonces, desde ahí es importante entender que hay que respetar, que es mucho más que un trabajador o una trabajadora. Una persona que labura con vos es un amigo, un compañero, es la persona que le da la calidad a tu empresa. Sería extraordinario si lográramos que los empresarios entiendan ese concepto.
-Por cuestiones generacionales usted es dirigentes sindical en un momento de la historia argentina con gran presencia y participación de la mujer.
-Nosotros somos una comisión ejecutiva que asumimos hace 2 años y que sin que sea obligatorio -porque la ley habla de un 30% de cupo femenino-, tenemos un 50% de participación femenina en nuestra comisión directiva, en todos los cargos: secretarios y congresales, 50 y 50. Hoy en nuestra actividad en Mar del Plata tenemos un 60% de mujeres, y ya estamos formando, el Instituto por igualdad de oportunidades (IPLIDO), que es de UTHGRA a nivel nacional, y también estamos formando la Secretaría de la Mujer con todas las compañeras que trabajan para mejorar la problemática de las mujeres en la hotelería y gastronomía.
-¿Siente orgullo al ser parte del cambio necesario para colocar a la mujer en su real valor?
-Totalmente. Tenemos compañeras que tienen una capacidad y un potencial de trabajo enorme, es necesario el toque de la mujer en cualquier actividad que uno hace sindicalmente. Para nosotros es un orgullo, creo que es la segunda seccional del país con un 50% de cupo femenino, porque aparte le ponen una impronta muy importante, tenemos compañeras muy comprometidas, que se involucran y están muchas horas por día dedicándole a nuestra actividad.
«Hay mucho desprecio hacia los trabajadores. Cada cuestión, cada situación que se va presentando, termina generando una discusión ideológica»
-¿Cómo se lleva con su ego?
-Vengo muy desde abajo. El otro día hablaba con un compañero delegado.Vengo de una familia de 8 hermanos, de chico -y lo puedo decir con orgullo-, aunque ya no está, pero me tocó ver a mi mamá llorando por no tener para darnos de comer. Me tocó salir a pedir, fruta a la verdulería, pan a las panaderías, y era para poder llevar eso a mi casa y para que mis hermanos coman.
-No se la contaron.
-No me la contaron, y creeme que fue dura. Y eso hoy es mi referencia diaria. En mi oficina tengo 2 fotos, una mía, yo vengo de ser un trabajador hotelero del área de mantenimiento. Tengo una foto con la caja de herramientas en el hotel donde trabajé y, gané las elecciones, y tengo una foto de mi mamá. Todos los días trabajo para no olvidarme de donde vengo, de donde pertenezco. Hoy estoy acá circunstancialmente, ¿ la verdad? No creo que vaya a estar acá toda la vida, entiendo que los cargos son circunstanciales y desde ese lugar trato a todos los compañeros de la misma manera que me gusta que me traten a mí, con respeto, cariño, y amistad, escucho a todo el mundo. Y fundamentalmente, para cerrar tu pregunta, trato de no olvidarme de donde vengo y quién soy.
-Es un ejercicio diario.
-Claro que sí. Soy una persona que cuando me van bien no me la creo, en lo personal lo disfruto, ¿quién no quiere que le vaya bien y quién no quiere tener éxito?, pero todo es circunstancial, yo no me hago mala sangre ni cuando algo sale mal ni tampoco me voy al otro extremo cuando algo sale bien. Trato de ser moderado y de mantener esa calma que me llevó a estar quizás en este lugar hoy.
-¿Los delegados de base son el verdadero sustento del Movimiento Obrero Argentino?
-Total. El verdadero sustento son los trabajadores y las trabajadoras junto con el cuerpo de delegados que son votados por ellos mismos. Nosotros en la seccional Mar del Plata tenemos 200 delegados gremiales, cuando asumimos no había esa cantidad de compañeros y compañeras.
-Usted estuvo ahí, arrancó como delegado.
-Había más o menos 20 delegados, como tope máximo 25. Cuando armamos la agrupación veníamos de la pandemia, no se habían renovado los cargos de delegados, hicimos toda renovación y hoy tenemos nuevos 200 delegados y delegadas gremiales de diferentes establecimientos. Todos con un gran sentido de pertenencia, mucho acompañamiento de parte del sindicato y sobre todas las cosas con mucho respeto hacia el trabajo que llevamos adelante: un sindicato de trabajadores, trabajadoras, delegados, delegadas y comisión directiva.
-¿Qué bronca tenía como delegado y hoy como secretario general la analiza de otra manera?
-Una de las broncas que siempre hubo con el cuerpo de delegados fue que todos hacemos esto por vocación, y cuando veíamos desde la otra conducción que no se defendía con toda la garra a todos los trabajadores y trabajadoras, eso nos generaba mucha impotencia. Pensá que uno hace esto por vocación, Y con esfuerzo esa impotencia la convertimos en hechos. Te repito, nosotros disfrutamos mucho cuando publicamos un balance en un diario y leemos cómo equilibramos la balanza en favor de la gente que representamos o vemos que en un establecimiento que antes no se hacía nada, hoy se ordenó todo. Y toda esa bronca que teníamos antes la volcamos a mejorar, a hechos concretos.
-¿Y algo personal? Donde haya pensado “cuando me toque a mí lo voy a hacer de otra manera”. Y después se dio cuenta que no es tan fácil la cuestión.
-No. La verdad que en esto te tengo que ser sincero, todo lo que nos planteamos lo cambiamos. Y se demostró que todo se puede cambiar, que no es imposible. Cuando arrancamos algunos por ahí decían que había que respetar al empresario porque son los que dan los puestos de trabajo y si un gremio presiona ellos se funden. Nosotros vemos todo lo contrario, tenemos por cuarto mes consecutivo el mayor índice de registración laboral de los últimos 10 años. Lo dice la AFIP, no lo dice Pablo Santín. Entonces no tengo algo concreto que antes me indignaba y ahora de este lado lo veo diferente, porque todo lo que nos propusimos lo volcamos a práctica y lo logramos modificar.
«Soy peronista y en Mar del Plata acompaño a Fernanda Raverta, la directora de ANSES, candidata a intendenta, por el motivo de que es una excelente persona y considero que es la persona que mejor interpreta la necesidad que tienen los trabajadores y trabajadoras»
-¿Qué música, pasatiempo o qué distracción lo relaja?
-¡Boca! (risas). Mi distracción es Boca. Boca es lo más grande que hay, la verdad. Boca es la identidad que uno tiene de chico. Como te digo, como cuando veo la foto de mi mamá, o me junto a comer con mis hermanos, se evoca y disfruta la identidad que uno tiene desde chico.
-Le cambió la expresión de su rostro hablando de esto. ¿Y cuando pierde el Xeneize?
-Sufro, obvio.
-¿Rival y no enemigo el Millonario?
-Eso siempre, hay rivales no enemigos en el fútbol, pero quiero que pierda River, no tengo que ser hipócrita en eso porque estaríamos haciendo una falsedad. Futbolísticamente lo digo. Después siempre todo tiene que ser con respeto. Es la identidad de uno, lo que te saca de lo cotidiano.
-Imposible no preguntarle que pasó por su alma y mente en la final de Madrid 2018.
-Por supuesto que lo que le habrá pasado a la mayoría de los hinchas, la sufrimos mucho, dolió. Es una cicatriz que todavía sigue doliendo. Yo la hubiese querido ganar esa final. Que me sigan cargando con eso tampoco me gusta. Como nosotros también tenemos nuestras chicanas para con ellos. Los partidos se ganan. Sí por ahí la bronca, que se yo, a nosotros nos suspendieron un partido por ese conflicto que a uno le excede porque uno estaba en la casa viéndolo por tele, y cuando fue medio parecido al revés no sucedió lo mismo, quizás no se tomó la misma determinación pero en definitiva el fútbol es como las elecciones de los sindicatos. Las elecciones de los sindicatos se ganan con votos, nunca se pueden ganar por escritorio. Y el fútbol igual, se gana en la cancha. La verdad es que dolió pero viste que el fútbol te da revancha. Ahora el 4 de noviembre nos toca jugar una nueva final, no sabemos lo que pasará, estamos confiados pero hay que esperar.
-¿Y usted juega bien al fútbol?
-No, yo soy un colchonero. (Carcajadas).
-¿Por qué cuestión se agarró más a piñas, por el fútbol o el sindicalismo?
-Parejo (risas). Aclaro que a piñas no, sí discutir fuerte. Hace muchos años, creo que la última vez que llegué a pelearme a puños con alguien tenía 14 años
-¿Una película que le haya marcado el alma y qué música disfruta?
-La película, Gladiador, sin lugar a dudas. Y música escucho de todo, pero sobre todo de los 80’.
-No quisiera estar en su lugar el 4 de noviembre, por la final de la Libertadores y tampoco en estas elecciones generales. Digo, siendo peronista, que el liderazgo de la UTHGRA haya decidido fiscalizar por Milei ¿en qué posición lo deja esto a usted?
-Es una muy buena pregunta y me gusta contestarla. En principio soy peronista. En Mar del Plata acompaño a Fernanda Raverta, la directora de ANSES, candidata a intendenta, porque es una excelente persona y considero que es la que mejor interpreta las necesidades que tienen los trabajadores y trabajadoras, punto uno. Después, con respecto a Milei, también vamos a estar a disposición cuidando la boleta nacional de La Libertad Avanza por el siguiente motivo: Luis Barrionuevo, siempre lo digo, es un dirigente sindical ejemplar. Tenemos el mejor sindicato del país a nivel infraestructura, con hoteles en todas las provincias, centros recreativos en todas las seccionales, centros de formación laboral de primerísimo nivel en todo el país, no sé cuántos sindicatos tienen esa construcción. Repito, a nivel infraestructura hoy somos el mejor sindicato del país. Eso es una construcción pura y exclusiva de Luis Barrionuevo. No conozco a Milei, no puedo hablar de él más de lo que uno ve por tele, pero estoy convencido que si Barrionuevo, que sí lo conoce, interpreta que es la persona que hay que cuidar para que sea el presidente de la Nación, y es la persona indicada para el lugar, estoy cien por ciento convencido de que hay que apoyarlo, porque no por nada Luis ha logrado tener la construcción que tiene a lo largo de los años. Entonces, en ese punto, para mí no es un problema porque yo sé muy bien a quién apoyo en Mar del Plata, a quien apoyamos, y sé a quién tenemos que apoyar a nivel nacional. Podemos estar días hablando de peronismo pero la realidad de hoy es que con un gobierno, entre comillas peronista, tenemos un 40% de argentinos pobres que no tienen para poner un plato de comida arriba de la mesa. Después tenemos del otro lado a una señora que promete balas, tiros, presos y quitar los convenios colectivos. Entonces, si Luis con la experiencia y la capacidad de construcción que tiene, interpreta que Javier Milei es la persona ideal o idónea para ser el presidente de la Nación, por supuesto que nosotros respaldamos lo que diga Luis Barrionuevo.
-¿No le da un poco de miedo?
-En lo personal no.
-Llegó a secretario general de Gastronomicos en Mar del Plata como opositor a Barrionuevo.
-Dejame hacer una aclaración. Yo ingresé como opositor a la conducción de mi seccional, ese oficialismo, que por supuesto que era apoyado por Luis, pero nunca fue por oposición a él lo mío, sino a la conducción de la seccional. Quedó recontra claro que este es el sindicato más democrático de todo el país. Yo gané como opositor con un conjunto de compañeros opositores a la seccional y desde el día uno nos dieron la certificación de autoridades, y desde la conducción nacional nos felicitaron por la elección que concretamos y nos pusimos a laburar. Y hoy estamos trabajando alineados como corresponde.
-¿No fueron puntos ganados en un escritorio?
-¡Para nada! El que ganó, ganó