UNEN y PRO terminaron de sellar un pacto para cercenar el poder de lucha de los gremios docentes, la Ley de Evaluación del Sistema Educativo. Ésta prevé la evaluación de los trabajadores de la Educación a través de un ente descentralizado y se prevé que será utilizado como un mecanismo de presión para disciplinar la lucha docente.
“Los cambios son puro maquillaje para ocultar la verdadera intención del Ministerio de Educación que es la evaluación externa de los docentes, tercerizar sus funciones y recibir subvenciones de empresas y organismos internacionales”, explicó Lorena Pokoik del bloque del FPV y luego agregó: “Este nuevo ente intenta disciplinar a los docentes y es una herramienta de control para que el gobierno intente disciplinar a los gremios”.
Mientras desde el oficialismo porteño se defienden e intentan ocultar el pacto con UNEN para debilitar a los docentes de la Ciudad de Buenos Aires, la oposición denuncia en su conjunto el objetivo del macrismo y sus aliados ocasionales.
“Este nuevo ente intenta disciplinar a los docentes y es una herramienta de control para que el gobierno intente disciplinar a los gremios”, denunció Eduardo López de ATE, en línea con lo que explicó Marcelo Ramal, del PO: “el mismo Estado que desfinancia la educación pública, empujando al derrumbe edilicio, la falta de vacantes y la caída de los salarios, pretende erigirse en “evaluador” y colocar en el banquillo a los docentes».
“El proyecto del PRO apunta a liquidar el Estatuto del Docente y, con ello, golpear las conquistas laborales de los maestros”, agregó Ramal.
Así, la oposición denunció el objetivo oculto de una Ley que se camufla como de Evaluación del Sistema Educativo pero que tiene como fin cercenar las herramientas de lucha de los trabajadores de la Educación.