El líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, se despegó de la agenda de la CGT y volvió a insistir en su proyecto para reducir la jornada laboral. «Es una forma de generar trabajo», remarcó. Además le dejó un mensaje a sus pares: «Es responsabilidad de los dirigentes sindicales que los trabajadores no pierdan contra la inflación».
El titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, volvió hoy a poner en agenda su proyecto para reducir la jornada laboral legal y aseguró que la iniciativa ayudaría a generar puestos de trabajo que necesita el país para salir de la crisis económica.
«Nosotros creemos necesario empezar a discutir, entre otras cosas, la disminución de la carga horaria de los trabajadores, ya sea en forma horaria o en cantidad de días», sostuvo el bancario en declaraciones a Radio Del Plata.
«Esta es una de las formas de generar puestos de trabajo, no es la única», aseguró.
Se trata de una iniciativa que todavía no encontró el respaldo institucional de la CGT que sólo se pronunció a favor de la creación de los comités mixtos de seguridad e higiene.
Palazzo, además candidato a diputado nacional por el Frente de Todos, le dejó un mensaje a sus pares sindicales: «Mucho depende de la dirigencia sindical, más allá del Gobierno. El Gobierno tiene la tarea de cuidar los precios, hay que cuidar que los formadores de precio contengan esas ansias de rentabilidad que tienen permanente y voraz».
«Es responsabilidad de los dirigentes sindicales que los trabajadores no pierdan contra la inflación y del Gobierno de controlar los precios», añadió.
Por último habló de la fallida sesión de ayer en Diputados: «Los candidatos del otro espacio, empiezan a mostrar lo que verdaderamente tienen intención de llevar al Congreso, como eliminar la indemnización, como ayer que no se presentaron para debatir la ley de etiquetado».
«Hay que ser desalmado para no ir y votar la ayuda y la generación de derechos de las personas sin techo y en situación de calle«, agregó Palazzo.
Y concluyó: «Está claro que el envión que les dio esa elección primaria, obliga a pensar que, de ratificar ese resultado electoral, la Argentina va a estar condicionada por un grupo de gente que no fue votada para gobernar, sino para legislar».