“El PAMI sigue fracasando con la atención farmacéutica porque sus autoridades no se atreven a un cambio verdadero” sostuvo el titular del gremio farmacéutico (SAFYB), Marcelo Peretta; y continuó “el contratro de PAMI requiere una reingeniería que incluya incorporar receta electrónica, que los médicos prescriban remedios genéricos, y que los farmacéuticos realicen un seguimiento de la utilización de los fármacos.”
Con la receta electrónica y la firma digital de los profesionales se termina la corrupción, y con un convenio directo con los prestadores farmacéuticos se acaban los intermediarios que encarecen lo que PAMI paga por los medicamentos que toman los jubilados.
PAMI necesita un plan para racionalizar el uso de los fármacos: “que se consuman cuando hacen falta; no porque su costo está cubierto.” Seis millones de recetas mensuales que cuestan 200 millones de dólares es insostenible. Se debe cambiar un sistema basado en la venta de remedios por otro centrado en mejorar la salud del paciente.
La polifarmacia -consumo simultáneo de 5 o más medicamentos- causa 2 millones de consultas médicas, 200 mil hospitalizaciones y 20 mil muertes anuales en Argentina. “La solución es que además de dispensar la medicación, el farmacéutico organice los días y horarios en que debe consumirse, para evitar superposición y duplicación de efectos, por eso el contrato debe hacerse directamente con los prestadores” afirmó Peretta.
Esta participación activa del farmacéutico mejora la salud y calidad de vida de los adultos mayores y reduce 40% el precio que pagan PAMI y los jubilados por sus remedios.
El sindicato que agrupa a los profesionales de los medicamentos remarcó que está a disposición de las autoridades, que deben decidir entre persistir con un modelo corrupto y fracasado u optar por uno que incorpore las nuevas herramientas y demandas de la sociedad.