En medio de la negociación paritaria estancada con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el CEO de Techint, Paolo Rocca, dijo que la firma evalúa cumplir con las entregas pendientes de la planta de Tenaris en Campana desde otras unidades de la empresa. Es la segunda amenaza. Primero había acusado al gremio de poner «en riesgo la futura disponibilidad de fuentes de trabajo»
«Estas acciones, que no hemos visto en 30 años, ponen en riesgo las relaciones que Tenaris tiene con sus clientes», dijo Paolo Rocca sobre las medidas de fuerza que lleva adelante la UOM en las empresas siderúrgicas después de meses sin acuerdo salarial.
El empresario, uno de los más cercanos a la gestión libertaria y de quienes más funcionarios ubicó en las primeras líneas, destacó lo que según él es el impacto que implican las huelgas «para las familias de los trabajadores».
En diálogo con el medio local Campana Noticias, Rocca dijo que está «preocupado» por las medidas. «Estamos en la profundidad de una crisis muy importante, donde necesitamos exportar y seguir operando para mantener el trabajo», señaló. Además calificó a la medida gremial de «política».
Rocca tiene un enfrentamiento casi personal con Abel Furlán. Cada vez que puede trata de hacerle pagar el precio por imprimirle un perfil más combativo al gremio que nuclea a los trabajadores metalúrgicos y siderúrgicos.
«Me cuesta entender la razón de una medida de fuerza que pretende alcanzar a muchos trabajadores por muchos días. Es una acción de fuerza que me sorprende», planteó.
Tenaris asegura que dio tres aumentos en los últimos tres meses, a la espera del cierre de la paritaria. Desde la UOM reclaman que los sueldos, aún con los adelantos, perdieron frente a la inflación durante el período.
El gremio ya lanzó un total de cuatro paros: uno el 24 de enero (cuando se plegó al paro general), otro el miércoles pasado, otro esta semana (por 48 horas, termina a las 6 de hoy) y uno la semana que viene (de 72 horas, entres el martes y el jueves).
El paro no afecta solo a la planta de Campana, sino también a Acerbrag, Gerdau, Acindar y Ternium.
El caso de Tenaris Siderca en Campana es distinto al de Ternium, porque exporta alrededor del 80% de su producción -tubos sin costura-. En este sentido, desde la empresa indicaron que para no incumplir con sus obligaciones de exportación, el grupo podría decidir colocar la producción a otras plantas en el exterior. «Nos obligan a servirlos desde otras plantas para no dejarlos sin tubos para sus operaciones», dijo Rocca.
«Toda la comunidad debe reflexionar al respecto. A mi juicio, hay un componente político en estas medidas gremiales que no ayuda a nuestra comunidad», cerró en una especie de amenaza.
Se trata de la segunda. Antes la empresa ya les había advertido a los operarios por una comunicación formal a cada uno: «Estas medidas ponen en riesgo el cumplimiento a los pedidos de nuestros clientes y la futura disponibilidad de las fuentes de trabajo».