«Al ser escalonado y en tres cuotas, el incremento recién se efectivizará en el último mes del año, lo que irá en desmedro del poder adquisitivo y del salario acumulado por los trabajadores. Existe un gran desfasaje entre el 38 de inflación anual de marzo 2014 a marzo 2015 y diciembre, cuando se abone esa mejora», dijo el líder de los estatales.
El gremio afirmó que la última cuota de ese aumento es llamada «a cuenta de carrera», situación realmente grave si se considera que la implementación fue anunciada hace años y, lo aplicado sobre encasillamiento y pase a planta, se realizó «de forma sumamente confusa y llena de arbitrariedades y discrecionales».
La ATE exigió criterios universales y transparentes, garantizados por veeduría gremial, y subrayó su «preocupación» por la negativa a mejorar las asignaciones familiares, a la vez que resaltó que hay más de 10.000 trabajadores precarizados y contratados que no son alcanzados siquiera por «este magro aumento».
«El gremio no firmó ese acuerdo y tampoco acepta los ámbitos de negociación poco transparentes, donde no participó, por lo que decidió declarar el estado de alerta y movilización», aseguró.
Los sindicalistas exigieron otra vez la conformación de la Comisión de Negociación Central y la convocatoria formal a los gremios, respetando la pluralidad sindical en el ámbito público.