«La palabra suena fea, pero es la que cabe. SanCor es un rehén y hay gente que quiere que los trabajadores paguemos el rescate para que la salven». Con esas duras palabras, el Dr. Alberto Coronel, asesor letrado de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) se refirió al empantanamiento que sufren las negociaciones para que el Gobierno nacional libere un préstamo de 450 millones de pesos destinados a socorrer a SanCor en medio de la gravísima crisis financiera y productiva que sufre la cooperativa.
«Si SanCor cae, será absoluta responsabilidad del Gobierno nacional por no haber cumplido con el acuerdo firmado», remató Ricardo Pecotche, secretario adjunto de la organización gremial.
«El Gobierno designó gente del Ministerio de Producción para que se interiorizara y ellos generaron un plan muy ajustadito (de salvataje de SanCor), en el cual los acreedores financieros tenían que hacer quitas de intereses y esperas; los proveedores de insumos tenían que esperar (para cobrar las deudas); los tamberos tenían que hacer esperas; y al gremio se le pidieron dos cuestiones. Una, que los trabajadores difirieran (el cobro de) el 15% de sus salarios por 12 meses y que el gremio dejara de percibir un importante aporte (la suma de aporte patronal extraordinario que por cada trabajador paga la industria láctea a ATILRA, desde 2009) por el término de 6 meses. Además, que la importante deuda que SanCor tenía por aportes (sindicales y de obra social) fuera financiada en condiciones blandas y así se hizo: a valor nominal, sin intereses, con espera y plazos de gracia, y a largo plazo. Eso se suscribió en un acuerdo en el Ministerio de Producción», recordó Coronel.
«Este acuerdo -agregó- se suscribió hace más de tres semanas. Teóricamente al día siguiente de la suscripción se iban a liberar los fondos para SanCor, pero no se hizo. SanCor no recibió los fondos. Se nos planteó al gremio la necesidad de que renegocie cosas. Se nos pidió modificar las condiciones de negociaciones de salarios, que se abra el convenio colectivo de trabajo para la negociación y que se revean los importes del aporte patronal permanente (condiciones de renegociación que involucran a todas las industrias, no solamente a SanCor). Todas cosas que el gremio no se negó a hacer. Las podemos negociar a todas, obviamente dejando a salvo el valor de la remuneración de los trabajadores, cosa que tradición de ATILRA no vamos a dejar que pase. Pero sí vamos a considerar todo, siempre y cuando la inflación no se desmadre. Pero esto no debe ser en el marco del condicionamiento de la deuda a SanCor», apuntó Coronel.
Además, el gremio, que remarcó que las condiciones del acuerdo quisieron ser modificadas una vez firmado, realizaron un plenario de delegados en el que sostuvieron que «por su magnitud y profundidad, la crisis que atraviesa SanCor constituye un problema social que excede largamente el ámbito laboral de sus dependientes, amenazando las economías locales y regionales de su vasta zona de influencia».
Además, el plenario con represión nacional propuso «que los trabajadores de la actividad que se desempeñan en las otras empresas donen una parte de su sueldo para apoyar a los compañeros de SanCor que actualmente ya prácticamente no están cobrando sus haberes».