La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó que el desempleo global aumentará en 3 millones de personas en 2015 y en 8 millones durante los siguientes cuatro años, y advirtió que la economía mundial “sigue progresando, aunque registra tasas muy inferiores a las previas a la crisis global de 2008 y no permite cerrar las amplias brechas laborales y sociales que han surgido”. En ese marco, Argentina y américa Latina encarnó una especie de resistencia contra cíclica, pero de todas formas la OIT avizora una caída a nivel regional.
“Actualmente, el desafío de recuperar los niveles de desempleo y subempleo anteriores a la crisis sigue siendo una ardua tarea, con los considerables riesgos sociales y económicos que entraña la situación”, indicó la OIT en su informe sobre “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2015”.
El estudio revela que las perspectivas laborales en el mundo empeorarán durante los próximos cinco años, mientras en 2014 “más de 201 millones de personas estaban desempleadas, 31 millones más que antes de que irrumpiese la crisis global”.
“La brecha mundial de empleo, que mide el número de puestos de trabajo perdidos desde el inicio de la crisis, se sitúa, hoy, en 61 millones de personas”, precisó la OIT.
Pero si se incluye a las personas que se incorporarán al mercado de trabajo durante los próximos cinco años, para cerrar la brecha en el empleo será preciso crear 280 millones de empleos nuevos para 2019.
Los jóvenes, en particular las mujeres jóvenes, siguen viéndose afectadas por el desempleo de manera desproporcionada, evalúa el estudio.
En 2014, cerca de 74 millones de personas de entre 15 y 24 años buscaban trabajo y la tasa de desempleo de los jóvenes casi triplicó la de los adultos.
“El aumento del desempleo de los jóvenes es común a todas las regiones y prevalece a pesar de la mejora del nivel de educación, lo que fomenta el malestar social”, indicó la OIT.
Agregó que la situación del empleo está mejorando en las economías avanzadas en conjunto, aunque con importantes diferencias entre los distintos países.
En Japón, Estados Unidos y algunos países europeos el desempleo está disminuyendo y en ocasiones recupera los niveles anteriores a la crisis, pero en Europa meridional decrece lentamente, aunque respecto de tasas excesivamente elevadas.
En cambio, tras un período de mejores resultados en comparación con la media global, la situación se está deteriorando en algunas regiones y economías de ingresos medianos y en desarrollo, como América Latina y el Caribe, China, Federación de Rusia y algunos países árabes.
Según la OIT, la considerable caída de los precios del petróleo que ha continuado a principios de 2015, de mantenerse mejorará algo las perspectivas de empleo en los países importadores, pero «es poco probable que compense las repercusiones de una recuperación todavía frágil y desigual, que no favorecerá a los exportadores».