El costo de vida para los asalariados registrados aumentó un 6,1% en octubre, la segunda cifra más alta desde abril de 2002. Con esta suba acumuló un incremento del 47,2% en los últimos doce meses.
Así se desprende del estudio del Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), que refleja el incremento de precios y el impacto específico en los ingresos de los trabajadores registrados.
La inflación del 6,1% de octubre más el 6,7% de septiembre (que fue la marca más alta del año) dio un acumulado de 13,2% en el bimestre, por lo que fue más alta que la inflación registrada por Chile o Perú en los últimos cuatro años.
En octubre siguió impactando fuertemente la disparada del dólar registrada en los últimos días de agosto, que lo llevó de $30 a la franja de los $36/$40.
En los primeros diez meses de 2018, la inflación sobre los salarios registrados llegó al 40,9%, en tanto que en los últimos doce meses se ubicó en el 47,2%. De esta manera, 2018 será el año más inflacionario desde 1991, superando a 2002, 2014 y 2016.
En octubre de 2018 el poder adquisitivo fue 18% inferior al de noviembre de 2015, dice el informe mensual el IET, que cuenta con apoyo logístico de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el respaldo de 45 gremios de la CGT y la CTA.
Probablemente, en los próximos meses esta drástica caída comience a desacelerarse en la medida que la inflación se desacelere y los salarios comiencen a recuperar terreno. De todos modos, la magnitud del daño es tan grande que hoy el poder adquisitivo está en su nivel más bajo en una década.
El rector de la UMET, Nicolás Trotta, enfatizó que «la caída del salario real es de tal magnitud que hoy el poder adquisitivo está en su nivel más bajo en una década. Este año será recordado como el año de mayor caída del poder adquisitivo de los últimos 30, con excepción de 1989 y 2002».
En tanto, el secretario de Estadísticas de la CGT, Víctor Santa María, expresó su preocupación al anunciar: «En octubre, la inflación siguió siendo ampliamente generalizada a todos los bienes de consumo y servicios de los trabajadores. El 72% de los 327 rubros relevados por el IET exhibieron alzas mayores al 1,5%».
«Aquello que nuestros afiliados y los ciudadanos nos manifiestan en las calles, queda evidenciado en los números. Esta política económica impacta profundamente en las clases más postergadas ya que la inflación fue más intensa en los deciles de menores ingresos, lo que se explica por el impacto asimétrico de la suba de servicios públicos».