«Yo siempre digo que hay que pensar antes de decir las cosas. Fue una acusación muy fuerte contra todos los trabajadores y van a aplaudir los mismos de siempre, los que vienen por nosotros», dijo Moser a Télam, en el marco del inicio del LIX Congreso Ordinario de la de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF), que se realiza en Mar del Plata.
El dirigente sindical criticó las expresiones lanzadas ayer por el mandatario en la jura de Jorge Faurie como nuevo canciller, y también la acusación que realizó contra el jefe de bancada de diputados kirchneristas, Héctor Recalde, a quien Macri señaló como líder de una mafia de abogados laboralistas.
«Creo que no daba para una opinión de esa naturaleza en el día de ayer. Le estaba tomando juramento a un canciller. El doctor Recalde no necesita que lo defienda esta organización, pero es un abogado laboralista prestigioso, y da la causalidad de que es diputado nacional del Frente para la Victoria y que estamos entrando en un periodo eleccionario», señaló Moser.
«No era un momento para hablar de los juicios. Y yo creo en todo caso que cuando uno inicia un juicio laboral es porque ha terminado toda su gestión gremial, y lo veo como un fracaso como organización», indicó.
«Este es un poder político que a nosotros no nos gusta. Pero seguimos trabajando para no tener inconvenientes», agregó.
En ese sentido, Moser se refirió a las elecciones legislativas de octubre y pidió la «unidad del Partido Justicialista».
«Yo estuve el viernes en el lanzamiento del compañero (Florencio) Randazzo, pero desde nuestra parte y desde el movimiento obrero buscamos la unidad y creemos que la única forma de sacar adelante este país es con el PJ junto», opinó.
Moser se refirió además a la situación energética del país, que enmarcará los debates del encuentro gremial en Mar del Plata, y consideró que «el panorama de inversiones es alentador, y lo importante es que se reactive el país, para que se consuma energía y que haya fuentes de trabajo».
El líder gremial reconoció que hubo «muchos años sin ninguna actualización de la tarifa”, lo que desembocó en que «casi el 80 por ciento de la energía estuviera subsidiada por el Estado nacional”.
«A todos nos duele el aumento de las tarifas, pero también es cierto que no podía seguir subsidiada como venía», explicó.