«Queremos la unidad del movimiento obrero, pero también que Sergio Sasia sea el único secretario general de la futura CGT», exclamó Viviani, buscando instalar el ferroviario en la carrera por conducir la central.
Viviani fue terminante y puntualizó que el jefe de la Unión Ferroviaria debe encabezar en representación de ese espacio el consejo directivo unificado de la central obrera, que elegirá nuevas autoridades en el Congreso del 22 de agosto próximo.
Las declaraciones del tachero llegan horas después de que «El Núcleo», una de las fracciones que conformaba el MASA y ahora conforma la Conrriente Político Sindical Federal, lanzara como propio al bancario Sergio Palazzo a la carrera para liderar la central obrera.
Viviani, ex integrante de la conducción de la CGT Azopardo del camionero Hugo Moyano, pronunció un discurso en ocasión de que la Unión Ferroviaria clausurase el 67° Congreso Nacional Ordinario de Delegados de la organización, en el que participaron más de 400 representantes de todo el país en el auditorio de la sede ferroviaria de Avenida Independencia 2.880.
El MASA, que también integran entre decenas de gremios La Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF) y el Sindicato de Empleados del Tabaco, reclama desde hace tiempo «un espacio» en la conducción cegetista para un hombre propio y, Viviani reafirmó que «ese dirigente gremial debe ser Sasia».
Al reseñar en su alocución la historia del sindicato ferroviario -uno de cuyos dirigentes fue el primer secretario general de la CGT-, Viviani fue tajante y claro: «El movimiento obrero está inmerso en una suerte de Cabildo Abierto en el que cuatro o cinco sectores de la central obrera discuten quién será su próximo líder. El MASA propone que haya un solo secretario general desde el 22 de agosto y que ese compañero sea Sasia», enfatizó.
«Quienes tienen algunos años transitados por los caminos del movimiento obrero deben asumir la responsabilidad histórica que hoy le compete a los trabajadores para construir una CGT unificada y fuerte, porque sin duda vienen por los intereses de los trabajadores», exclamó el jefe de los taxistas en su discurso.
Para Viviani, «no hay que dejarse llevar por los cantos de sirena»; explicó que el movimiento obrero debe asumir «una responsabilidad en este crítico momento nacional», y aclaró que «los intereses de los trabajadores no se negocian y los salarios no se entregan, porque ese es el futuro que queremos como trabajadores, peronistas y argentinos», enfatizó el taxista.
El dirigente sindical exaltó la figura del tres veces presidente constitucional Juan Domingo Perón, al cumplirse ayer el 42° aniversario de su muerte, y señaló que «los hombres de trabajo producen a diario la riqueza del país y no son golpistas, por lo que acompañarán lo que deban acompañar, pero también exigirán que cesen los despidos, las suspensiones y las importaciones».
El dirigente elogió el proyecto de Ley de Autopartes aprobado por la Cámara baja -que incluyó las autopartes ferroviarias- y explicó que esa iniciativa fue redactada en el seno del MASA y presentada por el diputado nacional del Bloque Justicialista y referente del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Oscar Romero, que también integra ese espacio sindical.
A su turno, el jefe de los ferroviarios realzó la importancia de la unidad del movimiento obrero organizado, aunque aclaró que «el factor convocante debe ser el debate de un proyecto nacional que permita trazar una agenda programática conjunta para atender las necesidades de trabajadores, sectores vulnerables y jubilados».
Sasia sostuvo que ese debate y esa agenda programática también debe atender la necesidad de erradicar el trabajo no registrado; de defender la industria nacional; generar empleo de calidad; mejorar la logística del transporte; la política energética; la educación, la salud y las estrategias comunicacionales».
Sin embargo y, de forma previa a negociar nombres o cargos, para Sasia se impone «un gran debate entre todos para concretar esos objetivos y, recién después, conformar la conducción de la central obrera unificada, que deberá ser abierta y participativa».