La lista de dirigentes sindicales que elabora cada año el Ministerio de Trabajo para subir al avión que los transportará a la conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), suele estar plagada de oficialistas. En la cumbre mundial, la cartera laboral laboral aprovecha para mostrarse con su pata más cercana.
Sin embargo, en esta oportunidad aparecieron dos nombres que llamaron poderosamente la atención. O no tanto. Es que Jorge Triaca sumó a la nómina a dos gremialistas que acaban de asumir en el SOMU, tras la intervención que lideró su entorno y que estuvo plagada de irregularidades.
Se trata de Daniel Mereles y Raúl Durdos, dos moyanistas que por estas horas encabezan el paro que a nivel nacional paraliza los puertos con el resto de los sindicatos de la actividad y que convocan a la movilización del viernes en rechazo al acuerdo entre el Gobierno Nacional y el FMI.
¿Por qué Triaca incorporaría a su cúpula a dos opositores cuando el Gobierno sale mancomunadamente a criminalizar a los sindicalistas que lideran huelgas? La respuesta está en los desmanejos financieros que dejó la intervención en el SOMU y que el ministro busca apaciguar.
La idea de Triaca es tratar de enfriar las denuncias de millonarias contrataciones irregulares, negocios familiares y hasta de cajas navideñas que terminaron en su quinta, a cambio de darle un trato «diferencial» a la nueva gestión.