El proyecto señala que «se ha generalizado el concepto de que la reparación de los infortunios laborales se enmarca en una relación obligacional del derecho privado entre el trabajador siniestrado, su empleador y su ART» que provoca «una proliferación de litigios individuales que ponen en riesgo la finalidad de la ley».
Precisamente para disminuir la cantidad de litigios, el proyecto establece que la actuación de las comisiones médicas jurisdiccionales «constituirán la instancia administrativa previa, de carácter obligatorio y excluyente de toda otra intervención» para que el trabajador, con el patrocinio de su abogado, pida la homologación del otorgamiento de las prestaciones dinerarias por la ley de ART.
Recién cuando se agote esta instancia de la comisión médica jurisdiccional, el trabajador podrá solicitar la revisión ante la Comisión Médica Central, y luego podrá interponer en la justicia ordinaria del fuero laboral un recurso, que tendrá efecto suspensivo, contra lo dispuesto por la comisión médica.
Ante las críticas de varios abogados laboralistas, que advierten que es una nueva concesión a los empresarios y que obliga a los trabajadores a estirar el proceso, pasar por comisiones médicas hasta que pueda iniciar juicio, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, negó que el proyecto de ley perjudique a los trabajadores y remarcó que «justamente es al revés».
Desde la CGT reclamaron un “endurecimiento” de las normas “para los que no cumplen con la prevención y el trabajo”. En ese marco, el sindicalista Juan Carlos Schmid, uno de los triunviros de la CGT, alertó que “hay vivos que se están haciendo la América con los juicios laborales”.
Al respecto, Schmid reclamó “un endurecimiento de las leyes para los que no cumplen con la prevención y el trabajo” y remarcó que “el eje central de la discusión es la previsión de los accidentes laborales.
“Acá hay una actitud de coincidencia de que no le sirve ni al trabajador, ni al empresario, pero hay vivos que se están haciendo la América” con los juicios laborales, dijo el dirigente sindical.
El titular de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, Gustavo Morón, alertó el mes pasado sobre la alta litigiosidad laboral en el país y advirtió que de seguir así, el sistema “no dura más de dos años” porque camina hacia el “colapso”.
“En los últimos años en la Argentina bajó la accidentología y la mortalidad. Los trabajadores se están cuidando más a través de guantes o anteojos”, ejemplificó Morón. En 2015 hubo 700 muertos por razones laborales; “si no hubiera existido el Sistema, hubiera habido 3.000 muertos”, calculó en base a las estadísticas previas a la vigencia del sistema de ART.