A una semana de la huelga anunciada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que afectará todos los servicios de pasajeros, los choferes de la línea 60 realizaron ayer un paro sorpresivo, que incluyó manifestaciones y bloqueos, en reclamo de aumentos salariales y contra la suspensión de trabajadores, afectando a unos 250 mil usuarios.
Los choferes de la histórica línea que une Constitución con Tigre levantaron un piquete sobre el puente Saavedra y también marcharon sobre la avenida Maipú, en el trayecto que ocupa el denominado «Metrobus Norte», inaugurado este miércoles por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
«Faltan 15 dias para cobrar el aguinaldo y lo único que hemos recibido fue un 13% (de suba salarial) a cuenta. No tenemos novedades de la negociación», aseguró Hugo Swarzman, uno de los delegados de la línea 60, en declaraciones periodísticas.
A raíz de la medida de fuerza, ayer no funcionó ninguno de los ramales de la línea, una de las más utilizadas en el área metropolitana de Buenos Aires. Javier Esponda, delegado gremial, explicó que «los coches completan el recorrido y al llegar a las cabeceras quedan inmovilizados, ya que estamos realizando una asamblea permanente por la suspensión arbitraria por parte de la empresa de varios compañeros».
«La empresa, una de las más grandes de transporte urbano de pasajeros, en los últimos días está sacando a la calle apenas 26 coches por hora en lugar de los 58 que corresponde», señaló el gremialista.
Indicó que esa situación obedece a la «suspensión arbitraria del personal y como represalia por las jornadas de protesta en las que no se cortaba boleto». La protesta, que no es la primera que realizan los trabajadores sin tener en cuenta al gremio, afectó a más de 250 mil usuarios que diariamente utilizan ese servicio y que tuvieron que buscar medios alternativos para trasladarse.