El titular de la Federación Aceitera y Desmotadora de Algodón, Daniel Yofra, denunció hoy que las empresas aceiteras “provocaron» la huelga del sector que ya lleva 15 días para «presionar al Gobierno y generar una devaluación o rebaja de retenciones» ya que «durante el macrismo nunca tuvieron problemas”.
La medida de fuerza, iniciada hace 15 días por la Unión Recibidores de Granos y Anexos (Urgara) y la Federación de Aceiteros en reclamo de recomposición salarial, se profundizó ayer por la adhesión de las entidades que integran la Intersindical Marítima Portuaria y Afines del Cordón Industrial (Impaci) del Gran Rosario.
En ese marco, Yofra aseguró hoy que continuará la medida de fuerza en reclamo de un aumento salarial basado en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares que publica el INDEC.
«Hace 15 días que estamos de paro en todo el país por la intransigencia de las patronales respecto al aumento digno que necesitamos. La última huelga que tuvimos fue en el 2015, casualmente también con un gobierno peronista y esa situación levanta suspicacias, porque en cuatro años de macrismo, donde ni siquiera tuvieron la baja de retenciones de estos nueve meses, jamás tuvimos problemas», afirmó Yofra en declaraciones a la radio online FutuRöck.
Desde hace dos semanas, la Federación Aceitera -junto a la Unión de Recibidores de Granos (URGARA) y el sindicato aceitero de San Lorenzo (SOEA San Lorenzo)- mantiene un paro que afecta a los puertos exportadores de granos y aceite de las empresas Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus, Glencore, COFCO, Molinos Río de La Plata y Aceitera General Deheza (AGD), que están agrupadas en la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA).
«Creemos que están buscando algún tipo de devaluación para incrementar ganancias, porque no se entiende la intransigencia. Ellos dijeron que pierden 100 millones de dólares por día por el paro, quiere decir que con un solo día de paro nos pagaban el sueldo anual de todos los trabajadores aceiteros”, indicó Yofra.
Finalmente, agregó: «Hemos sido declarado esenciales y nunca dejamos de trabajar, por lo que esto es una extorsión no solamente al Gobierno, sino a quienes hemos sido esenciales durante toda la pandemia y ahora nos quieren reducir el salario un 25 por ciento».