La medida, que impidió el inicio del servicio que une Retiro y Constitución, la llevan adelante «personas ajenas a la operación en la zona de vías», indicó la concesionaria en un comunicado.
Según Metrovías, son «un grupo de treinta personas» que, «lideradas por un ex empleado», impiden «la normal prestación del servicio» para «establecerse como una nueva representación gremial».
En ese marco, informó que «debido a esta situación se están llevando a cabo las denuncias pertinentes ante las autoridades competentes».
«Metrovías lamenta los inconvenientes que esta medida de fuerza provoca a los miles de pasajeros que utilizan diariamente el subte para trasladarse por la Ciudad», concluyó.
A raíz de la paralización de la línea C, cientos de personas hacen largas colas para poder tomar un colectivo en las zonas donde se encuentran las cabeceras del ramal.
En tanto, el resto de las líneas del subterráneo funcionan con su cronograma habitual.