El ministro de Economía, Sergio Massa, había prometido al asumir citar a la CGT para discutir «un mecanismo que permita recuperar ingresos». Nunca los convocó en la fecha que anunció y todavía están a la espera. El 6 de septiembre viaja a Estados Unidos. Desconcierto en el ambiente cegetista.
«Nos enteramos que el 6 de septiembre Sergio viaja a Estados Unidos y no sabemos que va a pasar», explicó una alta fuente cegetista consultada por InfoGremiales respecto de la, ya más que demorada, reunión que anticipara Sergio Massa en su asunción para discutir un mecanismo que permita recuperar ingresos.
«El jueves de la semana que viene a entidades empresarias y de trabajadores a los efectos de asegurar un mecanismo que permita recuperar ingresos en trabajadores del sector privado», había dicho Massa al hacer sus primero anuncios como Súper Ministro.
Ese jueves fue el 11 de agosto. Nunca convocaron a la CGT ni a las entidades empresarios. Nada. Sólo circularon, en las jornadas previas, algunos borradores de cómo podría ser el esquema de «aumentos» pero nunca se formalizaron oficialmente.
Más tarde, para bajar la ansiedad, hubo una cumbre privada entre Massa y dirigentes de Azopardo. Allí hablaron de la idea de la suma fija, de los resquemores cegetisas, de la necesidad de apuntalar las paritarias y hasta de un esquema que permita alinear precios y salarios. Pero no hubo paso de la informalidad a la formalidad.
Ahora, a 25 de días de su llegada a la cartera de Hacienda, lo que reina es el desconcierto. En medio de los malestares obvios que conlleva el recorte presupuestario del tigrense y el impacto en la actividad económica y en las obras sociales sindicales, nadie sabe que puede llegar a ocurrir.
La preocupación adicional entre los sindicalistas es que, junto con el bono a los jubilados, la recomposición de los haberes de los trabajadores del sector privado eran los pilares del plan de Massa que lo diferenciaban del propuesto por Silvina Batakis y por Martín Guzmán, antes. La idea, tal vez algo inocente, de una «austeridad» que no se sienta en el bolsillo y que tenga entre sus ejes defender el poder adquisitivo. Sin embargo, por ahora lo único claro es que son todas especulaciones.