En la esquina de los representantes del capital, Siderar. Por el del trabajo, los camioneros moyanistas. El conflicto entre dos pesos pesados de la economía Argentina ya acumula varios meses, a raíz de despidos en empresas contratistas, pero ayer recrudeció y sumó un nuevo round.
Desde el gremio que comanda Pablo Moyano, el más vehemente e incorrecto del clan familiar, decidieron cruzar los camiones, bloquear todas las plantas de la empresa y prometieron no moverse hasta lograr la reincorporen de los diez trabajadores despedidos. Como la empresa transportista se desentendió del reclamo, los hombres de Moyano dirigieron su mira hacia “su principal dador de carga”, como expresan en un comunicado: la poderosa SIDERAR.
Ante este nuevo bloqueo Siderar decidió radicar una nueva denuncia penal ante laUnidad Fiscal de Instrucción N°2 del Departamento Judicial de San Nicolás. En febrero, durante cuatro días (del 24 al 27) se mantuvo un bloqueo similar en Ternium Siderar y se realizó por primera vez la denuncia penal.
El Sindicato de Choferes de Camiones aprovecha la situación para “darle con una caño” a la principal productora de tubos de acero del país y de Latinoamérica, deslizando en su comunicado el pasado reciente de la empresa en Venezuela, donde la siderúrgica fuera “desplazada y echada”.
Efectivamente, durante la presidencia de Hugo Chávez la empresa que funcionaba con el nombre de Sidor, fue expropiada y nacionalizada. La misma es parte del holding Ternium del grupo Techint, que recibió un pago superior a los 300 millones de dólares.
El Secretario gremial y de Interior del Sindicato de Camioneros, Marcelo Aparicio, consideró «solidariamente responsable» de las cesantías a Siderar, reiterando así una protesta concretada a fines de febrero último. «Pasaron todos los plazos legales, se cumplió la conciliación obligatoria dictada (por el Ministerio de Trabajo) en el conflicto y nunca más hicieron una propuesta para solucionar el tema», concluyó Aparicio.
Desde SIDERAR consideran que la medida de fuerza dispuesta por el sindicato es “ilegal e ilegítima” y que la posición abusiva del gremio “viola el derecho a la libre circulación de bienes y de personas”.
La situación promete nuevos encontronazos entre estos dos pesos pesados que por el momento no dan muestras de bajar el nivel de hostilidades.