Como el resto de los medios, los dos matutinos nacionales sufren la inédita decisión de su sindicato, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), de no reconocer a los delegados paritarios de base, como sí lo hizo los dos años anteriores. Además, el sindicato rechazó el pliego consensuado en el cual reclamaban un porcentaje de aumento apenas mayor (un 40% frente a un 38%), pero que incluía un conjunto de pequeñas reivindicaciones que quedaron fuera.
Ambos diarios forman parte de la Asociación de Editores de Diarios de la ciudad de Buenos Aires (AEDBA) junto con Perfil, Página 12 y El Cronista. Desde allí, mientras esperan el resultado de la paritaria que no promete acercarse a la cifra esperada, ya promovieron un pedido de adelanto en cada empresa que varía entre el 10 y 20% de adelanto retroactivo desde abril.
Al conflicto salarial se suma los cambios promovidos bajo el nombre genérico de “convergencia” que en estos últimos meses está teniendo un nuevo impulso.
Particularmente en Clarín, en donde semanas atrás el editor general Ricardo Kirschbaum y el editor general adjunto, Ricardo Roa, dieron una charla al respecto ante el pleno de los periodistas y trabajadores. «El medio que no innova está firmando su certificado de defunción», amenazó Kirschbaum.
El proceso de convergencia que inicia Clarín implicará que todos los periodistas trabajen para todas las plataformas. Es la culminación de una estrategia editorial que se inició en 2008 y que incluyó adaptaciones edilicias para que los periodistas de todas las secciones convivan en un mismo espacio. En esta nueva etapa, Clarín apuntará a mantener su liderazgo en el mercado impreso y digital, pero potenciará sus servicios para web y dispositivos móviles.
«Hay una realidad que demanda nuevas respuestas y en todas las redacciones del mundo se desarrolla esta batalla cultural, con dudas y ensayos», señaló Kirschbaum, al apuntar que los cronistas formados en la vieja escuela deberán entrenarse en tecnologías nuevas y con un ritmo de trabajo diferente. Ciertamente, la realidad del periodismo está cambiando. Habrá que ver qué rol les cabe en ello a los periodistas.
En Clarín ya han reclamado un diferencial de $2.000 por tareas en varias plataformas. Además, según le comentó a InfoGremiales el delegado Francisco Rabini, el pasado mes lograron la efectivización de diez trabajadores a partir de la paralización de las medidas de convergencia como medida de fuerza.
Los trabajadores de La Nación, por su parte, todavía sufren el cambio provocado por la mudanza de fines del año pasado desde el microcentro a Vicente López. Según compartió con InfoGremiales la delegada Irene Haimovichi, eso les impide una mayor organización para enfrentar “la innovación” que plantea el diario de los Mitre, por ahora con talleres de reflexión sobre el periodismo que se viene.