Se trata de Cesira Arcando, una abogada santafesina que pasó por todos los partidos políticos. Está nombrada en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario a pesar de mantener un juicio contra la UATRE, el gremio que tiene que negociar salarios para los peones rurales en ese marco. Sandra Pettovello y Julio Cordero decidieron sostenerla a pesar del malestar sindical. «Hay un claro conflicto de intereses», aseguran.
Julio Cordero, al abogado representante de cámaras empresarias que está al frente de la Secretaría de Trabajo, atraviesa una serie de presiones cruzadas por estas horas. Es que en medio del desorden que es la cartera de Sandra Pettovello, el respaldo manifiesto a los empresarios marca una cancha inclinada difícil de digerir para los gremios.
Cordero tomó la determinación cuando asumió de sostener en su cargo a Cesira Arcando, una abogada santafesina que responde al ex ministro cambiemita Jorge Triaca y que tiene en su haber el hecho de haber transitado por todos (o casi) los colores políticos.
Lo que más irritó de la determinación es que la letrada, que maneja en buena medida lo que ocurre en la Comisión Nacional de Trabajo Agrario, mantiene desde hace tiempo un juicio contra la UATRE, el gremio que nuclea a los peones rurales. Sólo por ese hecho debería estar inhabilitada para el cargo por la animosidad contra la organización.
«Hay un claro conflicto de intereses en el caso de Arcando. Eso podría configurar un delito del cual Cordero sería un partícipe necesario», explicó una fuente judicial que sigue de cerca los pasos del Ministerio de Capital Humano.
El pasado zigzagueante de Arcando
Arcando saltó a la fama cuando en el cierre de listas de 2019 quedó a horas de enfrentarse en las internas a sí misma. En aquel momento era una de las referentes provinciales de Partido Fe, una de las espadas de Cambiemos. En la presentación de las listas para las internas había quedado en dos distintas.
«El Partido Fe presentó listas para todas las candidaturas, como cualquier partido del frente. Fuimos convocados a la unidad y priorizando el espacio Cambiemos, hemos aceptado. Lo demás son tecnicismos electorales», dijo en su descargo Arcando.
Más tarde se convirtió en socia política del fenómeno político provincial que encarnó Amalia Granata para luego recalar bajo el paraguas de Omar Perotti. Al margen de sus constantes realineamientos políticos, en los laboral mantiene una lealtad a Triaca y un poder de intervención que Cordero permite.