Hasta en el último día hábil del año judicial hubo novedades en lo que refiere al futuro del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). Es que el 29 de diciembre Rodolfo Canicoba Corral buscó derivar los comicios del gremio en el Ministerio de Trabajo y le pidió, insólitamente y de forma que colisiona con la Ley de Asociaciones Profesionales, que reduzca los plazos para llevarlos adelante. Alarmado por lo que podría terminar en una elección digitada, Rosario Torrez, miembro de la Junta Electoral Central del gremio, presentó un recursos apelando lo actuado y pidiendo la habilitación de la feria para resolver el tema taxativamente.
Sucede que el oficio del Juez le ordena a Jorge Triaca que “acorte” los plazos del proceso electoral, cuando éstos surgen de lo establecido por la Ley de Asociaciones Profesionales, de su decreto reglamentario y del Estatuto, cuya aplicación no está en debate. Por lo tanto, Torrez busca anular lo actuado y recurrir la resolución que, según entiende, cuenta con un perfil esquizofrénico.
En paralelo, Mario Morato en representación del secretariado del SOMU, también pidió la habilitación de la feria. El repuesto secretario General del gremio busca que la Cámara Federal resuelva lo que considera un agravio, ya que según los plazos, que estipuló la propia justicia, la intervención encabezada por Gladys Gonzalez debía cesar antes de los seis meses y, con plazos vencidos, la diputada nacional intenta seguir en funciones hasta entregar el timón entrado 2017.
La sospecha que ronda en el secretariado del gremio es que el tandem Gonzalez/Canicoba quiere entregarle el gremio, tras unas elecciones express y a medida, a Juan Barbato, el ahijado del ex dirigente Alejandro Giorgi, hombre del moyanismo en la actividad. La idea de Gonzalez sería sacarse la foto cuanto antes, y partir a otra misión (Acumar).
Pero el plan de Gonzalez tiene un problema adicional. No sólo será más que difícil poder avanzar en unos comicios con plazos que no cumplen con la Ley de Asociaciones Profesionales, sino que deberá afrontar una relación de fuerzas adversa en el gremio, Barbato, ex secretario de sección maquinas del SOMU, sólo controla en la actualidad esa sección en la Capital. Uno de sus aliados, el procesado Rigoberto Suárez, era el “dueño” de la sección cubierta para la sociedad se ha fracturado. Tampoco tiene consenso en Cámara y Cocina, las otras secciones del Estatuto que integran el Consejo Directivo del gremio, ni en las Seccionales del Interior, leales a Morato.
El “pollo” del Momo Venegas, el “negro” Alfaro, sólo reúne aislados partidarios en la pesca y le roba gente de Máquina a Giorgi, algo en Campana y algo en Madryn. En este contexto ni Barbato, ni Alfaro consiguen la mayoría de avales y candidatos geográficamente localizados en cada Seccional. Sólo Morato, que en los últimos meses se ha lanzado a recorrer el país, parece en condiciones de cumplir con los requisitos.
Mientras tanto en lo social, la actividad se deterioró notablemente. La explotación del trabajo en las empresas, con vía libre gracias a la gestión de Transporte y el guiño de Gonzalez, detonó las condiciones laborales de los obreros de la pesca, los remolcadores, los petroleros y aún las lanchas de turismo. Con un creciente trabajo en negro y hasta el pago en especies, el sector asemeja a una caldera a punto de estallar.
Por ello el eco del descontento de los afiliados llegó a la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF). El organismo le envió una carta a Mauricio Macri en la que expresan que «considerando la delicada situación y el estado de indefensión en el cual se encuentran los trabajadores organizados en el Sindicato Obreros Marítimos Unidos (S.O.M.U.) de la República Argentina, afiliado a la ITF, nos permitimos solicitarle a una AUDIENCIA, con carácter urgente, a fin de tratar la grave situación que afecta al S.O.M.U».
«Con gran preocupación hemos leído en algunos de los más prestigiosos medios de su país, las diversas denuncias efectuadas por el quebranto patrimonial y el uso indebido de los recursos gremiales cometidos por quien estaría usurpando la Directiva del Sindicato, así como las tentativa de modificar los Convenios Colectivos y derechos de los Marítimos Argentinos afiliados al S.O.M.U., acciones todas que constituyen una violación a los principios de la Libertad Sindical», añaden.
Además desde la ITF se muestran preocupados porque a pesar de los fallos que ordenaron «el inmediato cese de la intervención y la convocatoria a elecciones libres por las autoridades en funciones del sindicato, cuya suspensión ha terminado ya, el gobierno Argentino pretenda efectuar elecciones sin respetar del Estatuto del Sindicato ni las leyes argentinas de organizaciones gremiales, violando asimismo vuestra Constitución Nacional además de los Convenios Internacionales de la OIT anteriormente referidos».
«Todas estas acciones son incompatibles con un sistema de gobierno donde existe un estado de derecho», concluyen exhortando a Macri a deponer su posición.