«Hoy nosotros estamos con medidas de fuerza, no sólo por la falta de pago de los haberes de febrero, sino más que nada estamos exigiendo y queremos el arranque de la planta», expresó en diálogo con Télam Juan Henríquez, delegado de unos 500 trabajadores de la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), que desarrollan sus tareas en la PIAP.
Henríquez explicó que «tenemos la planta parada desde el mes de julio del año pasado, cuando el gobierno nacional decidió suspender la producción de agua pesada por falta de presupuesto».
«Desde la ENSI nos dicen que la reactivación depende del gobierno nacional y nosotros sabemos que Nación apunta hoy al achicamiento del Estado. Nosotros tememos por eso y por ello estamos en lucha; estamos atentos a cualquier situación que pueda ocurrir», indicó.
El delegado recordó que «venimos sosteniendo durante años» la producción de agua pesada, y «es por ello que «pensamos implementar el Comité en Defensa de la PIAP para pelear por esta fuente de trabajo, que en realidad es un elemento estratégico para el plan nuclear argentino».
Con relación al reclamo del pago de los salarios, Henríquez explicó que «se ha trabado un poco por temas burocráticos entre la Secretaría de Energía y la Secretaría de Hacienda, y entonces la empresa decidió entregar un anticipo de ese sueldo, pero no es la solución».
Para finalizar, señaló que tienen la esperanza de poder producir 600 toneladas de agua pesada que necesitaría la cuarta central nuclear si se firma a fin de marzo un contrato con los chinos. Además, «necesitaríamos hacer las 300 toneladas que utilizan las diferentes centrales del país para la reposición», indicó el delegado.
El agua pesada se utiliza como moderador y refrigerante en los reactores nucleares que apelan al uranio natural como combustible; y en la industria química para deuterar otros compuestos en laboratorios y centros de investigación.