Lejos de la paz social. Así está la Jujuy de Gerardo Morales que hoy enfrenta otro capítulo de su ya constante relación conflictiva con los trabajadores estatales y con las organizaciones sociales provinciales.
Es que luego de que el Ejecutivo jujeño anunciara un bono de fin de año de 1.500 pesos, de los más bajos de entre los que resolvieron hacer frente al pago, se desató una verdadera rebelión.
Los gremios estatales, ya con una experiencia de lucha acumulada en conjunto importante, decidieron rechazar el bono que calificaron «de miseria» y pedir un pago navideño de 5.000 pesos.
A ellos se le suman en el reclamo los trabajadores de cooperativas y organizaciones sociales.
Para presionar, hoy lanzarán un corte de rutas y puentes masivos en distintos puntos de Jujuy. Además aprovecharán la ocasión para volver a pedir paritarias libres y sin techo, de cara a las negociaciones que tienen que encarar en 2017.