Fortalecidos por las palabras de Mauricio Macri, que defendió a los gremios y rechazó a Uber, las asociaciones de dueños y peones del taxi, anunciaron que hoy llevarán adelante una masiva protesta en al menos distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, que convertirá en un verdadero caos transitar por las calles porteñas.
La idea de las entidades es concretar una protesta generalizada para presionar a las autoridades a fin de que la empresa que brinda la aplicación sea clausurada de manera definitiva.
La decisión se produjo pocas horas después de que el propio Presidente expresara de manera pública que estaba en contra de la aplicación.
El gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta aplicó la primera sanción a un chofer del servicio de autos particulares Uber, con una multa de 77.000 pesos y el secuestro del vehículo. La dura sanción llegó después de que el juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 15 de la Ciudad, Víctor Trionfetti, hizo lugar a un amparo presentado por el Sindicato de Peones de Taxis, que conduce Omar Viviani.
Ante la presión de los sindicatos y de las empresas de taxi, tanto la Justicia porteña como la Legislatura y el gobierno de la ciudad intentaron bloquear la puesta en marcha de una tecnología que ya –sin polémica– está revolucionando la forma de viajar en las grandes ciudades.
La idea de las entidades es salir a la calle y motorizar cortes de calles en entre 15 y 25 puntos neurálgicos de la Capital Federal.