Cerró sus puertas la histórica pizzería Roma, ubicada en Lavalle 888. Con 60 años de historia, era un ícono de la peatonal porteña. El miércoles por la noche abrió sus puertas con normalidad y ayer cuando sus 40 trabajadores se presentaron a cumplir funciones la encontraron tapiada.
Sus dueños, Fernando y Daniel Sarlenga, no les avisaron nada y recién ayer, con la determinación tomada, comenzaron a mandar telegramas de despidos, citándolos en un estudio jurídico para que se pongan al tanto de la propuesta económica.
El delegado de la pizzería Roma Rubén Torrez, le dijo a BAE Negocios: “Anoche trabajamos normal hasta la 1 de la mañana y hoy cuando volvimos la encontramos tapiada. Nos habían dicho que iban a cerrar por reformas, pero nos echaron a todos. Quedaron todas nuestras cosas adentro”.
Fernando Sarlenga y sus dos hijos son propietarios de la pizzería Nápoles de Callao y Rivadavia en Congreso. Ante la desesperación de la pérdida de la fuente de trabajo, los empleados se reunieron en esta pizzería esperando que los dueños se acerquen y hablen con ellos.