A la hora en que los jefes de la CGT iban para el CCK a escuchar al Presidente (que cuestionó la cantidad de gremios en el país y de obras sociales), Omar Plaini estaba a pleno en el sindicato de los canillitas en la sede de la calle Venezuela. De 8 a 18 hubo elección en el gremio que este año fue intervenido por el juez Marcelo Martínez de Giorgi por presuntas irregularidades en la elección de cuatro años atrás, allanó las oficinas gremiales y procesó a su titular.
Desprocesado en julio, el resultado fue contundente y la lista Bordo de Omar Plaini-Carlos Vila se impuso en las elecciones metropolitanas del Sindicato de Canillitas por el 85% de los votos frente a su par de la lista Marrón quien solo llegó al 15%. En Capital llegó a 91%.
Plaini, además secretario administrativo de la CGT, festejó el triunfo como una revancha luego de que el 3 de julio la justicia Federal interviniera el gremio por 35 días y desplazara a su conducción. Apenas revocado el fallo, el Sindicato llamo rápidamente a elecciones en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, área de concentración de los vendedores de diarios y revistas.
Plaini, de paso, cuestionó al Gobierno, pidió buscar «mafias económicas» y no sindicales o laborales y dijo: «No coincido con el Gobierno pero respeto el voto de los ciudadanos».
Eso sí, ante los tironeos en el PJ sobre el futuro político del partido, terció a favor de Cristina Kirchner. Señaló que tiene que quedarse y ser parte de la reunificación del peronismo. «¡Cómo va a dar un paso al costado la persona que sacó 37% de los votos!», exclamó sobre la ex Presidenta al tiempo que a ella le pidió «grandeza» para la apertura a otros espacios peronistas y pidió «humildad» a «los que sacaron 5 u 11% de votos» y que vuelvan.