La firma autopartista Gestamp despidió a 67 trabajadores como parte de un plan de reducción de costos por la caída de la producción ante la baja de la demanda de las automotrices. La comisión interna comenzó un plan de lucha para reclamar su reincorporación que ayer tuvo su pico más alto, la toma de la planta.
Además. como expresión de solidaridad, en los alrededores de la fábrica se encuentran delegaciones de trabajadores de otras empresas y organizaciones políticas y sociales, quienes cortan los caminos de acceso a la zona como parte de la protesta.
Roberto Amador, uno de los trabajadores despedido que se encuentra dentro de la planta, afirmó que los cesanteados están «dando una pelea totalmente justa dado que exigen la reincorporación de todos los compañeros». Según Amador, la empresa de capitales españoles «ganó fortunas» en los últimos años «y ahora quiere dejar en la calle a decenas de familias», por lo que los manifestantes se quedarán en la fábrica «hasta tener una respuesta concreta».
Como respuesta ayer, en la Panamericana se apostó personal de Gendarmería, mientras que al interior y en los alrededores de Gestamp se desplegó un operativo policial que incluyó a la montada, la infantería, etc por lo que se teme un posible desalojo violento.
Por su parte, la empresa emitió un comunicado donde habla de una «toma violenta de una de sus plantas por parte de un grupo de personas no identificadas». Según relata Gestamp a las 6.50, y en medio de una protesta convocada por extrabajadores y organizaciones políticas, un grupo de nueve personas ingresó de manera ilegal a las instalaciones de la compañía. Además denuncian que los que ingresaron agredieron «a un guardia de seguridad» y que desde el puente de una grúa arrojaron objetos «contundentes hacia el personal que se encontraba debajo».
GestampBaires S.A. en el comunicado «niega en forma terminante que haya efectuado despidos en forma encubierta o arbitraria» pero aclara que la decisicion de cesantear al 67 trabajadores «constituye una medida disciplinaria frente al muy grave accionar de un grupo minoritario de trabajadores que, violentando elementales derechos y principios de convivencia laboral, forzó un paro de la producción y bloqueó los accesos a la planta, medidas que nunca tuvieron validación ni consenso del sindicato» (sic)
Al mismo tiempo, en la autopartista Lear ubicada en la zona se anunciaron 330 suspensiones, rechazadas por los trabajadores, que harán este mediodía una asamblea general para discutir los pasos a seguir. La compañía de origen español se instaló en la Argentina a finales de los años 90 y se dedica a producir carrocerías, chasis, mecanismos y piezas estampadas de todo tipo, además de soldaduras y otras ramas de la tecnología.