La política del Gobierno nacional que permite el ingreso irrestricto de importaciones, unido a los tarifazos, el aumento de los costos y la caída de la demanda, sigue destruyendo puestos de trabajo en el sector industrial. Eso es lo que ocurrió en la fábrica Envases del Plata, ubicada en El Palomar, que en las últimas horas confirmó el despido de 68 empleados.
A mediados de febrero pasado, la retirada de un cliente clave de la firma terminó de configurar un escenario de fuerte caída en la producción, y tanto la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Morón como la empresa acordaron implementar, por tres meses, suspensiones rotativas para intentar evitar los despidos. Ese plazo, según mencionó Agustín Colovos, delegado de la planta, al portal El1Digital, venció el 21 de junio pasado, y en ese contexto las cesantías fueron inevitables.
“Resistimos todo lo que pudimos, desde el 3 de enero que venimos llevando esta lucha adelante, pero las condiciones objetivas del país, de la producción y de la industria son muy adversas, y después del conflicto que tuvimos nunca más volvió el trabajo acá”, lamentó Colovos.
“Nosotros trabajamos para Unilever, que tiene el ochenta por ciento del mercado de las fragancias de aerosoles, o sea los desodorantes de aluminio. Con la apertura de las importaciones se llevaron la mayoría de la producción a Brasil. De siete líneas que teníamos de producción, hoy estamos fabricando dos. Entonces se nos hizo insostenible resistir más. No pudimos contra el modelo neoliberal”, admitió.
“En diciembre hacíamos 30 millones de aerosoles por mes. Ahora, estamos haciendo cinco millones. Es impresionante lo que bajó la producción. Están trayendo de Brasil y Unilever se llevó también una parte de la producción también a Brasil. La lluvia de inversiones evidentemente no vino a la Argentina”, analizó el delegado con el portal matancero.
“Se les pagó toda la indemnización que les correspondía a los muchachos. La gente se fue triste pero sabiendo que se peleó hasta el final. Lo que estamos viendo, no es acá en Envases del Plata solamente. En las fábricas hermanas de la zona vemos todos los días cómo echan gente. Es un modelo de país que no contempla la producción, el trabajo, ni el mercado interno. Entonces, la solución no es gremial, sino política”, evaluó el sindicalista.