La sede central del gremio Smata, en la avenida Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires, fue allanada este lunes por orden del juez federal de Junín (no casualmente de los pagos del dirigente Oscar Romero) Héctor Plou, quien investiga el faltante de 300 millones en la obra social del sindicato.
El operativo concretado este mediodía es parte de una feroz interna por el control de la Regional Junín entre el jefe del Smata a nivel nacional, Ricardo Pignanelli, y el secretario de Relaciones Institucionales del gremio y diputado nacional, Oscar Romero, que controla la seccional en cuestión y que desde la conducción quieren apartar.
La guerra estalló meses atrás por diferencias en el futuro del gremio. Pignanelli quiere que quien lo suplante sea su hijo, pero Oscar Romero cree que es su turno para quedarse con el sillón de Secretario General.
El enfrentamiento tuvo su réplica electoral. Pignanelli, que se había acercado a Macri, decidió apoyar a Cristina Kirchner (algo que explicitó después de las PASO) y dejó aislado a Romero, que es candidato en la lista de Florencio Randazzo.
«El SMATA está obligado a informar a sus trabajadores y a la población que no tiene ninguna vinculación con el espacio de Randazzo y, mucho menos, a partir del señor Romero», disparó Pignanelli días atrás en un comunicado.
En el medio, Pignanelli mandó a intervenir la seccional y la obra social de Junín -que dirige Alberto Fiori, un hombre que responde a Romero- por presuntas irregularidades en el manejo de fondos y nombramientos de familiares de los dirigentes en cuestión.
Romero y Fiori resistieron y consiguieron una cautelar del Juzgado Federal de Junín para devolverle el control de la obra social (a la que le bloquearon el sistema informático) y la regional, según informó el portal Infonoreste. El juez Plou también intimó a Pignanelli que se abstenga de volver a interferir en el manejo de la regional Junín.
Pero al mismo tiempo Romero y Fiori contraatacaron con una denuncia por un faltante de 300 millones en la obra social del Smata nacional, luego de que Fiori -en su caracter de revisor de cuentas de la obra social- no firmara el balance por esa irregularidad.
No se descarta que la velocidad del accionar de la justicia sea un «vuelto» por el respaldo del gremio a la candidatura de CFK, algo que ya le ocurrió, entre otros, a Omar Plaini.