Unos 450 repartidores de PedidosYa quedaron sin trabajo por una decisión sorpresiva de la compañía que se dedica al delivery de comidas de restorán. Fue ayer y desató la furia de los despedidos que se concentraron frente a la base logística de la firma para reclamar la reincorporación.
Esa protesta fue acompañada por otros trabajadores de servicios de delivery y mensajería y la Asociación de Personal de Plataformas.
Casi todos los cesanteados se enteraron por accidente, al descubrir que tenían bloqueado el acceso a la aplicación que les avisa de las entregas a realizar, consignó el diario Tiempo Argentino.
Al concurrir a la base para informar la anomalía, les informaban que habían sido echados y les exigían la devolución de la caja en la que transportaban la comida.
A diferencia de otras aplicaciones, los repartidores de PedidosYa estaban en relación de dependencia, pero la falta de notificación formal les impide saber la causa y si cobrarán alguna indemnización.
Los despidos redujeron casi a la mitad el plantel de PedidosYa, que hasta hace unos meses oscilaba en 1.200 repartidores y que ya se había reducido en más de un centenar en lo que es un proceso de achique sostenido.
La sensación mayoritaria entre los trabajadores consultados por Tiempo es que se trata de una maniobra para sacarse de encima a los empleados registrados y manejarse con monotributistas o trabajadores en negro, como lo hacen Rapi y Glovo, competidores que ganaron terreno en el último año.
“Los chicos que trabajan para esas aplicaciones cobran 40 pesos por envío, por eso andan como locos por la calle aunque no tienen seguro. Van expuestos a sufrir accidentes y de involucrar en ellos a otras personas”, señalaron al mismo diario.
“El hecho de que estos chicos estuvieran en blanco era una esperanza para los que trabajamos en el delivery y la mensajería. Esto es una señal de que todo va para atrás, de que se va a acentuar la precarización. El Estado debería proteger el trabajo en todas sus formas pero es indiferente a estos hechos. Si se aplicara la ley, estos problemas se resolverían enseguida”, dijo Daniela, que trabaja para Rapi y se acercó con mensajeros de otras aplicaciones para acompañar el reclamo.