Ricardo Pignanelli, titular del Smata, sostuvo que «estamos preocupados porque están en riesgo las fuentes laborales de miles de trabajadores que se desempeñan en la industria automotriz».
El gremialista precisó que «más allá de las conversaciones con el ministro de Producción, Francisco Cabrera, donde se barajó una producción de entre 600 y 650.000 autos para este año, tenemos dudas».
Pignanelli añadió que «por boca de los presidentes de las terminales -en voz baja- hablan de 520.000 unidades para este año, una cifra riesgosa para la consolidación de los puestos de trabajo».
«Se debe conocer -agregó- que el riesgo más grande se avizora en el autopartismo, como también los últimos marketings de las empresas que están concentrando sus ventas en modelos de vehículos totalmente importados».
Al respecto, consideró que «sería proseguir con la estrategia comercial de las automotrices del año pasado, donde se vendieron 650.000 unidades, pero en realidad se fabricaron 530.000 vehículos en el país».
«Un sólo hecho podría impedir -aclaró- este futuro, y es el proyecto de ley de autopartismo nacional que impulsa Smata, que multiplicaría puestos de trabajo en las autopartistas y en sus abastecedoras que son las Pymes».
Sobre ello añadió que «el proyecto de ley del autopartismo es un proyecto a 10 años. El objetivo es en los primeros tres años llegar al 30 por ciento de autopartes nacionales, al 40 en los primeros seis, al 50 en los primeros ocho años y al 55 a los 10».