El líder de los trabajadores petroleros de Rio Negro, Neuquén y La Pampa y actual número dos de la CGT Azopardo, Guillermo Pereyra, manifestó ayer su preocupación ante la noticia del despido de 60 personas que realizaban tareas en empresas de la zona.
En declaraciones a la radio LU5, el gremialista dijo que las cesantías más recientes se produjeron en la firma Sinopec y que las petroleras argumentan pérdida de ganancias producto de la baja en el precio del crudo.
Aseguró que están dialogándo con las compañías para evitar un impacto aún mayor en las familias petroleras. Sin embargo, no fue optimista respecto al futuro, “los precios del barril que se manejan actualmente llegaron para quedarse y las petroleras deberán adaptarse a los cambios”, sentenció Pereyra.
En este sentido, precisó que estarán alertas ante “cualquier situación que ponga en peligro los puestos laborales en el sector”.
Hace sólo unas semanas, las empresas y los gremios de la actividad habían firmado un acuerdo de paz social impulsado por el Gobierno Nacional. En ese escrito las empresas se comprometían a no despedir y los gremios a colaborar ante la situación delicada que vive el sector debido al contexto internacional.