En el primer semestre del año, la carrera precios – salarios tuvo un claro ganador. Es que si bien los salarios de los trabajadores registrados del sector privado, según la información oficial provista por el SIPA, crecieron casi un 15% en el período, la inflación casi duplicó esa cifra.
En los primeros 7 meses de gobierno de Cambiemos los salarios del trabajadores registrados del sector privado se incrementaron en un 14.49%, pero la inflación fue inalcanzable.
Es que las mediciones del IPCBA y el IPC Congreso, registraron en los mismos 7 meses un alza de los precios del 29 y 27% respectivamente. Este desfasaje entre salarios nominales e incremento de precios, ocasionó la caída real de los salarios.
Estas cifras implican que cada trabajador formal privado de la Argentina puede comprar hoy entre un 10 y 14% menos de bienes y servicios que hace sólo 7 meses.
Cabe destacar que estos trabajadores son los menos vulnerables del mercado laboral. Es decir, están registrados, con alto grado de sindicalización que protegen sus derechos laborales y perciben lo que se negocia en las paritarias de la actividad. Por lo que puede desprenderse que la situación fue mucho más angustiante entre los informales y los no registrados.
Este deterioro salarial es uno de los impulsores del reclamo generalizado en el mercado laboral de reapertura de paritarias, que se lleva gran parte de la escena de conflictividad sindical por estas horas.