Construcciones, departamentos con ubicación envidiable, autos de alta gama, camionetas flamantes y una extensa flota de camiones, que están o estuvieron en poder de la familia del senador y jefe gremial petrolero Guillermo Pereyra, son mirados con lupa por la Justicia Federal.
La pesquisa tomó como base las investigaciones del diario “Río Negro” sobre las empresas familiares del clan Pereyra, los cuantiosos negocios de empresas que se sospechan vinculadas al sindicalista y contratos millonarios exclusivos con YPF.
La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), que dirige Gabriel Pérez Barberá, acaba de concluir un voluminoso informe que ya fue remitido al Fiscal Federal en lo Criminal y Correccional Carlos Rívolo.
En este expediente se detallaron múltiples bienes muebles e inmuebles detectados a Pereyra, su ex esposa Norma Martínez, sus hijos Paola, Martín y Flavio, así como a la constelación de empresas atribuidas o vinculadas al gremialista.
Los investigadores de Procelac también corroboraron transferencias sospechosas y préstamos “gratuitos” de bienes entre los familiares de Pereyra, uno de los sindicalistas favoritos de Mauricio Macri, y empresas prestadoras de servicios petroleros y una constructora cercana al gremio.
Según consignó el Diario Río Negro, el organismo considera “verosímil la hipótesis de lavado de activos” y pide profundizar la investigación “con las herramientas propias de un proceso penal”.