Vecinos de la localidad bonaerense de Chivilcoy, acompañados por representantes de la CTA y de la CGT, realizaron una movilización para que se garantice la continuidad laboral de los más de 600 trabajadores de la fábrica de calzados Paquetá. Lo cierto es que sus empleados llevan a cabo un paro desde la semana pasada al tiempo que la compañía afirma que las líneas productivas se vieron afectadas luego de que Adidas dejara de hacer pedidos.
La pueblada en Chivilcoy contra el cierre de la empresa se registra contundente. Es que Paquetá es la fuente laboral más grande de la localidad y está al borde de dejar en la calle a cientos de empleados.
La movilización se enmarca en una jornada caliente en la que persiste el paro, se han cortado rutas y suma tensión con reclamos masivos. La empresa cerraría en menos de un mes.
Paquetá, de capitales brasileños, desembarcó hace 11 años en Chivilcoy. Y ahora, debido a los ajustes y a la apertura de importaciones, se ve en riesgo. Sus empleados lo saben. También lo sabe el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos. Los representantes de la firma brasileña no han dado mayores precisiones sobre los pasos que adoptarán en el corto plazo.
Es por eso que Britos se acercó la semana última a las inmediaciones de la fábrica con el fin de manifestar su apoyo a los empleados que afrontan momentos de fuerte incertidumbre. El funcionario no dudó en prometer que se encargará de sostener las fuentes laborales. Se comprometió a ello aunque la fábrica de calzado deportivo abandone la Argentina.
En medio del paro y la angustia, varios diputados del Frente para la Victoria presentaron a fines de la semana pasada un proyecto de resolución para que la administración del presidente Mauricio Macri garantice la continuidad laboral de los empleados de Paquetá. «La crisis de la firma brasileña explicita las consecuencias en el sector de la recesión que atraviesa la economía argentina», enfatizó la legisladora Fernanda Vallejos.