Lo acontecido desde principios del año pasado nos ha traído sustanciales cambios en nuestro día a día; y uno de los más importantes es la implantación del teletrabajo en el caso de muchas empresas y trabajadores, lo cual abre nuevas posibilidades laborales en empresas extranjeras.
Las mejoras de las tecnologías de la comunicación han permitido que no pocos trabajadores puedan prestar sus servicios remotamente, y aunque este aspecto venía siendo una posibilidad desde hace años, con sus ventajas e inconvenientes, las circunstancias recientes lo convirtieron en una realidad de obligado cumplimiento en determinados casos.
Lo cierto es que este nuevo escenario ha abierto las puertas a determinados planteamientos para aquellos que trabajan remotamente: un ejemplo de ello es la posibilidad de prestar sus servicios a empresas internacionales que, aún no teniendo sede en la ciudad o el país del trabajador, pueden requerir su desempeño y hacer viable esta relación laboral mediante el teletrabajo. A este respecto, en España se realizó recientemente una encuesta, promovida por Boston Consulting Group e Infojobs España, que arrojó algunos resultados más que interesantes.
Si bien sólo el 34% de los españoles consideraría ir a trabajar al extranjero, hasta un 55% estaría dispuesto a trabajar mediante el teletrabajo para una empresa de fuera de su país. De entre los destinos preferidos, destacan Reino Unido, Alemania y Estados Unidos; y entre los puestos de trabajo, los más interesantes serían los de management, legales o de asesoría, entre otros.
Esta predisposición puede abrir las puertas a que diversas empresas consideren seriamente el hecho de acudir a la busca de un tipo de personal bien motivado y deseoso de obtener experiencia en organizaciones internacionales, con buenas perspectivas de crecimiento laboral.
Y, por supuesto, existen muchas empresas que buscan el talento sin importar la nacionalidad; aunque en ocasiones sí tienen una necesidad de reclutar trabajadores de países concretos porque son conocedores de su cultura o sus leyes, sus peculiaridades para poder atender de la mejor manera ese mercado en concreto.
En ese punto, la principal característica es que la organización ofrezca sus productos o servicios en diversos países y se adapte a su mercado, además de tener la tecnología adecuada; tenemos diversos ejemplos actuales al respecto, como pueden ser las empresas de casino, que ofrecen opciones como el blackjack online, entre otros, y que pueden requerir personas que conozcan bien la legislación local o sean capaces de realizar un buen estudio de mercado; otro ejemplo serían las empresas de logística, como Amazon, que deberán tener personal de atención al cliente, preferiblemente del país receptor de sus servicios, entre otros tantos profesionales.
Precisamente, España, y más concretamente Alicante (Valencia), viendo en este tipo de reflexiones como una oportunidad que hay que coger al vuelo, ha querido mostrarse al mundo como destino turístico internacional de teletrabajo. Para ser exactos, lo que este territorio mediterráneo ha querido transmitir, en su reciente I Congreso Internacional sobre Teletrabajo y Nómadas Digitales, es que reúne las condiciones (aeropuerto internacional, infraestructuras, …) para que aquellos que pueden prestar sus servicios remotamente vayan a la región y disfruten de la calidad de vida y el clima. Todo ello en un intento de captar al más que interesante mercado de los teletrabajadores y nómadas digitales.
En el caso de Argentina, tanto para trabajar remotamente ya sea desde casa como desde otro lugar, todo dependerá mucho de cómo se aplica y supervisa la reciente ley 27.555 que regula el régimen del contrato de teletrabajo, con especial mención al derecho a la desconexión digital o la reversibilidad, entre otros. Si nos centramos en la internacionalización, podemos encontrar convenios en empresas extranjeras que beneficien aún más al trabajador, dando la posibilidad de que éste pueda tener una movilidad que mejore su calidad de vida; pero también podemos encontrar organizaciones que primen una productividad que no sea compatible con un modelo conciliador.
Dependiendo cómo se regulen estos aspectos, podemos encontrarnos situaciones muy favorables o lagunas en esta nueva norma, que ha surgido por una profunda urgencia y necesidad, dado el auge en esta forma de trabajo que hoy se encuentra instaurada en muchos lugares del mundo. Por supuesto, la representación sindical tendrá un papel importante a este particular.