Roque Pérez tiene poco más de 10.000 habitantes. Allí, uno de los principales empleadores privadas era la procesadora avícola Criave.
Hace diez años, la empresa exportaba a Hong Kong y Rusia. Generaba trabajo para todo Roque Pérez y dólares para la economía argentina.
Según comenzó el intendente, Juan Carlos “Chinchu” Gasparini, trabajaban allí unas 500 personas, y la fábrica le daba empleo a otras 2.500 personas de forma indirecta.
Cuando la compañía quebró, un proceso que está transitando ahora, el pueblo se quedó sin su principal fuente laboral.
«Los dueños decían que no podían pagar la luz, el gas y los insumos para los pollos», dijo Germán Barco a C5N. «Pelábamos 100.000 pollos por día y empezamos a pelar 40.000”, agregó.
Los que siguen trabajando pese a la quiebra de la firma lo hacen cobrando la mitad del salario. Dicen que en todo Roque Pérez hay un familiar, amigo o conocido en Criave.