Ivan Tobar tejió su poder de la periferia al centro hasta convertirse en un actor clave del mundo político platense. Es uno de los personajes con más poder en la UOCRA y busca proyectarse a nivel regional. Controla la barra de Estudiantes y promociona su propio candidato en la de Gimnasia.
Hoy hubo un enfrentamiento a tiros en el hospital de Gonnet, en La Plata. Allí se cruzaron barras de Estudiantes y de Gimnasia La Plata y sembraron terror en ese centro de salud. El tiroteo dejó, al menos, cuatro heridos entre ellos el jefe de la barra de «el lobo: «Volador» Camillieri. Incluso, los profesionales de la salud y los pacientes del hospital debieron encerrarse para escapar de la locura y muchos de ellos terminaron con el cuerpo en el piso.
Todos estos eventos volvieron a poner el foco sobre Ivan «El General» Tobar, el líder de la barra de Estudiantes y uno de los hombres clave de la UOCRA local. De hecho dio varias entrevistas tratando de explicar el asunto.
Tobar tiene 43 años y es ensenadense de Villa Catella. Desde ese lugar comenzó a formarse como dirigente gremial. Desde adolescente tuvo un perfil alto y organizaba a los vecinos para reclamos locales.
Su fortaleza gremial está en Tolosa. De hecho allí milita en la UOCRA desde 2016 y en ese lugar fue bautizado como «El General». Desde ese sector de la ciudad empuja para quedarse con la conducción de la seccional La Plata, que supo estar en manos de Juan Pablo «Pata» Medina y desde años está intervenida. Con esa facción tuvo varios enfrentamientos en los últimos años.
Su accionar trasciende lo sindical y, según dicen desde su entorno, provee ayuda para una red de ollas populares en La Plata, Berisso y Ensenada. Eso lo catapulta como un personaje con tentáculos en diferentes barrios platenses.
El origen de su poderío tiene lugar en los tablones. Su agrupación denominada Los Leales llegó a liderar la barra de Estudiantes de La Plata tras feroces enfrentamientos con su antecesor, el expolicía Fabián Gianotta, quien purgó una condena por homicidio.
Establecido en Estudiantes, con llegada territorial y siendo uno de los máximos aspirantes a quedarse con la UOCRA, se convirtió en un factor de poder local. Participa de eventos políticos frecuentemente. También aspira a convertirse en un referente político y sindical de carácter regional.
Ambicioso, Tobar tiene abierta la apuesta por su hermano, Miguel, como referente local del Gremio de Seguridad. En ese plan tuvo un alto perfil en el pasado cercano cuando amenazó con no dejar que se concrete el retorno de Los Piojos por la falta de acuerdo salarial.
Ahora juega una última ficha para crecer: quedarse con el control de la barra de Gimnasia. Al margen del amor por los colores, para concretar ese objetivo que lo haría omnipotente eso promociona a segundas líneas que aspiran a derrocar a «Volador» Camillieri. Eso habría desatado la batalla campal de hoy.
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