El paulatino alejamiento de Ramón Ayala de Juntos por el Cambio, en su fase de decadencia, pareció ayer tener un corte definitivo. Es que el líder de los peones rurales de la Uatre mandó a movilizar una porción de su militancia para saludar la asunción de Alberto Fernández. Tanto es así que «casualmente» esa decisión quedó retratada en la crónica que hizo llegar la agencia oficial Telam a todas las redacciones del país.
Ayala, heredero político y gremial de Gerónimo «Momo» Venegas, se había mantenido leal a Mauricio Macri en los 4 años de su gestión donde trató de ser la cabeza de su modesto armando sindical. Lideró unas raquíticas 62 Organizaciones que se fueron desgranando con el correr de los años y se desintegraron hace unos meses.
En las vísperas de las elecciones y ya con los resultados puestos, empezó la fase despegue. Primero tendió puentes, vía el tucumano Juan Manzur, con Fernández. Después agachó la cabeza y regresó a las huestes cegetistas para no quedar afuera de la unidad 2020.
Más tarde sus alfiles en el legislativo abandonaron el bloque de Juntos por el Cambio. El diputado nacional Pablo Ansaloni y su colega provincial Natalia Jauregui dejaron los bloques del PRO y el peronismo ya los espera como aliados.
«No migramos al espacio liderado por Alberto Fernández, pero tampoco nos quedamos donde no comulgamos con los mismos valores», sostuvo Uatre en un comunicado para justificar la salida de sus legisladores.
Ahora, la movida callejera de ayer, parece terminar de romper cualquier vínculo entre Ayala y Macri y empezar a esbozar un posible camino de acercamiento al calor del poder de Fernández.