Los jefes de los sindicatos petroleros en Chubut enfrentaron ayer una rebelión de las bases contra la intención de flexibilizar los convenios colectivos de trabajo para las nuevas inversiones. Una iniciativa que impulsan de manera conjunta el Gobierno y las empresas operadoras.
Un sector de los trabajadores decidió enfrentar abiertamente al secretario general del Sindicato de Petroleros Privados del Chubut, Jorge «Loma» Ávila, y al jefe del Sindicato de Petroleros de Jerárquicos, José Llugdar.
Ambos sindicalistas habían firmado el 2 de este mes un preacuerdo para «adecuar» los convenios colectivos de trabajo con el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, y representantes de las operadoras y de empresas de servicios.
Sirley García, integrante de la comisión directiva del Sindicato de Petroleros Privados y concejal en Rawson dijo que prefiere tener que recolectar colchones para los trabajadores antes que «ponerlos de rodillas como proponen el Gobierno y las empresas».
García se convirtió en la vocera de un facción de trabajadores petroleros que se oponen en el Chubut a entregar conquistas obtenidas en las últimas décadas a cambio de promesas de inversiones y sostenimiento de las fuentes de empleo.
Ávila acusó a García de «hablar para la tribuna» y le reprochó que «no hace nada para ayudarnos desde el Concejo (Deliberante). No se ayuda repartiendo colchones, lo que tiene que hacer es leyes»
Horas después, García dijo que «era de esperarse semejante respuesta» dado que en «estas estructuras» (sindicales) no es moneda corriente «el pensamiento propio, el debate con fundamentos».
La dirigente expresó que Ávila la cuestionó por «una cuestión de genero» porque sus palabras fueron expresadas desde una posición «machista con la que se pretendió descalificar y desacreditar».
La representante sindical acusó a Ávila de «tomar decisiones solo, sin escuchar a las bases» y aseguró que el rechazo a la propuesta de flexibilización va en crecimiento, por lo que recordó la frase «con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes».