Los trabajadores de la línea 60 decidieron desde el mediodía realizar un paro total en el servicio al finalizar la conciliación que acataban por un conflicto con la empresa. Según explicó uno de los delegados, la medida de fuerza se lanzó debido a «la mala utilización de los subsidios del Estado por parte de la empresa».
Los choferes decidieron mantener hasta la medianoche de ayer el paro de actividades tras fracasar las negociaciones que encararon en la cartera laboral, en el marco del conflicto que mantienen con la empresa de transporte por la suspensión de choferes y mejoras laborales.
La medida de fuerza, que comenzó a las 11 y siguió con un corte sobre la avenida Callao al 100, frente al Ministerio de Trabajo afectó a numerosos usuarios que utilizan el servicio de esa línea que une el barrio de Constitución con la zona norte del Conurbano.
«El paro sigue hasta la medianoche porque no hubo acuerdo», dijo Iván Iza, delegado de la línea 60, tras salir esta tarde de la reunión en la cartera laboral, y advirtió que mañana harán asambleas para analizar la continuidad del plan de lucha.
Iza responsabilizó al grupo DOTA, a cargo del servicio de la empresa Microómnibus Norte S.A. (MONSA), por la continuidad del conflicto, y sostuvo que el reclamo es por «la reincorporación de doce compañeros que fueron suspendidos por no cortar boleto durante las últimas medidas de protesta».
«Reclamamos condiciones de trabajo, frecuencia del servicio y derecho de enfermedad, porque la empresa no nos reconoce cuando estamos enfermos. Nuestro problema es con la empresa y no con el usuario», precisó.
Mario Molina, otro de los delegados de la línea, dijo que la medida de fuerza «es también por la mala utilización de los subsidios del Estado por parte de la empresa».
En declaraciones a Radio América, sotuvo: «Aunque esto no nos gusta, esta situación no se puede sostener. Las liquidaciones de sueldos están mal y hay persecución por parte de la empresa a compañeros delegados».
De acuerdo con uno de los delegados, los trabajadores se declararon en asamblea permanente: «El servicio se ve afectado porque la empresa (Monsa) rompió la conciliación obligatoria y deja los colectivos parados, en represalia».
Según detalló, el conflicto comenzó porque la empresa utiliza mal el subsidio de $95 mil que el Gobierno le da a la empresa por colectivo. «Lo que hacen es que no sacan colectivos a la calle. Con esto, el pasajero viaja mal y el que termina sufriendo es el colectivero porque viaja con los coches abarrotados», señaló.
El gremialista dijo también que, en protesta, dejaron de cobrar el boleto e hicieron un paro. «En represalia, la empresa comenzó a suspender compañeros. Intervino el Ministerio de Trabajo y decretó la conciliación obligatoria. Hoy vence, y como la empresa no dio respuesta, definiremos qué pasos vamos a seguir. Llevamos adelante asambleas en tres puntos distintos y todos los compañeros participan», agregó.
La protesta frente a la sede laboral de Callao al 100 también provocó esta tarde inconvenientes en el tránsito en plena hora pico, a raíz de que los choferes estacionaron colectivos sobre la avenida dejando un solo carril liberado.
Los trabajadores mantuvieron dos reuniones con la empresa y las autoridades ministeriales en el marco de la conciliación obligatoria dictada por el Gobierno ante la continuidad del conflicto.
Esta mañana, el delegado Esteban Simonetta dijo a DyN: «No tuvimos respuesta» porque la empresa «mantiene su postura» y el «ministerio no quiere fijar su posición». Asimismo, denunció que «la empresa violó la conciliación obligatoria» y que «no mostró voluntad de diálogo».
La línea 60 traslada 250 mil personas por día y maneja 17 ramales que unen el barrio porteño de Constitución con los partidos bonaerenses de Escobar y Tigre, que según informaron los choferes viajarán gratis el lunes en otra modalidad de protesta menos hostil con los pasajeros.