(Por Ana Flores Sorroche) Las Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores en la CGT presentaron su 4° cuadernillo sobre la reducción de la jornada laboral elaborado desde las entrañas de sus debates y experiencias. Como los anteriores, apunta a ser material de formación y de consulta al alcance de quien lo requiera. Sin embargo, es distinto: habla sobre una temática más amplia, transversal al mundo laboral aunque con evidente perspectiva de género. El evento trascendió el cuadernillo, habló sobre el proyecto de ley, pero también sobre el proyecto de país. Sobre la unidad pero no sobre cualquier unidad, sobre CFK y sobre 2023.
Las Mujeres Sindicalistas de la CFT presentaron su 4° cuadernillo sobre la reducción de la jornada laboral «Toda la vida luchando por el tiempo». Hace un recorrido histórico sobre las luchas obreras por la jornada de ocho horas, la distribución del tiempo de quienes trabajan, la doble presencia y la doble ausencia en esa convivencia que tenemos muchas mujeres entre los trabajos remunerados y las tareas de cuidado. También hace referencia a los impactos positivos de una nueva reducción de la jornada que ya se vieron en otros países, que van desde la productividad a las mejoras a nivel ambiental.
El evento a sala llena se realizó en uno de los edificios del Congreso de la Nación y no es casual. El tema que abordan es el de la reducción de la jornada laboral como derecho a conquistar. En este momento hay cinco proyectos de ley que esperan ser tomados para su tratamiento entre los representantes del Poder Legislativo.
La mesa de expositoras y un expositor estaba compuesta por cinco referentes de las Mujeres Sindicalistas con responsabilidades diversas: Vanesa Siley , Claudia Lazzaro, Soledad Alonso, Claudia Ormachea, María Rosa Martínez y como invitado especial Hugo Yasky. Luego se sumaría el ministro de Trabajo bonaerense Walter Correa.
«En la actualidad hay cinco proyectos de ley sobre reducción de la jornada laboral, con estado parlamentario, cuatro llevan la firma de diputados de extracción sindical. Todos los proyectos proponen reducir la jornada laboral legal cuyo máximo está hoy en las 8 horas diarias o 48 horas semanales.», explican en el cuadernillo en cuestión.
De ahí la presencia especial de Yasky, es autor principal de uno de ellos y apunta a reducir la jornada a un máximo de «ocho horas diarias o cuarenta horas semanales». Otro responde a la referente de bancarios Ormachea que va más allá y propone reducir la jornada a «seis horas diarias o treinta y seis semanales» en el ámbito público y privado. A su turno, el secretario general de la CTA de los Trabajadores adelantó “Estos proyectos los vamos a unificar».
Como suele ocurrir en los eventos de MS, rompió el hielo Vanesa Siley. Aprovechó para valorar la «sabiduría adquirida por el trabajo y luego procesada intelectualmente» y destacó la solidaridad de «ofrecerle a los demás los conocimientos adquiridos» porque nadie mejor que «un trabajador o trabajadora, más aún una sindicalizada, va a saber qué se necesita para mejorar» en el mundo laboral.
Ahora bien, porqué hablar de reducir la jornada laboral cuando hay tantos otros temas importantes por abordar y porqué desde Mujeres Sindicalistas.
Los cuadernillos anteriores hablan de temáticas abordadas a la par de la explosión feminista en junio de 2015 con la primera movilización por el Ni Una Menos. El primer cuadernillo, «La Participación de la mujer, mundo laboral, sindicalismo y representación política», es de 2017. Los siguientes editados abordaron otros temas relativos al trabajo de cuidados, las mujeres en la economía popular, entre otros temas específicos de las trabajadoras.
Este último recién presentado es distinto y la mesa fue indicando en las distintas intervenciones desde dónde hacen la propuesta. La reducción de la jornada laboral «es una lucha histórica pero que se arraiga en esta historia de lucha. Es para mejorar a la sociedad en su conjunto, no solo para nosotras», definió Vanesa Siley. Son mujeres sindicalistas pero hablándole al conjunto de trabajadores y trabajadoras.
Forma parte de uno de los reclamos recurrentes que aún está pendiente: dejar de ser las referentes sindicales que sólo pueden intervenir en temáticas de género y pasar a las mesas de decisiones de todos los temas. “Queremos la mesa donde se toman las decisiones. En lo sindical y en lo político. Hablamos de tiempo pero también queremos ese tiempo para ocupar los lugares que nos corresponde.”, expresó claramente Ormachea.
Porque el año electoral empezó hace rato: “Yo estoy convencida de que hay 2023 pero tenemos que estar convencidas todas. Todo lo que hagamos ahora de masa crítica no es en vano, es para ese futuro gobierno.”, señaló Claudia Lazzaro.
La mira está puesta en esa reelección del Frente de Todos, o de alguna forma del peronismo, que ven posible y necesaria pero a la que, como otros, le quieren dar contenido. Un contenido que incluye un movimiento obrero unido y fortalecido. Lazzaro también comentó que están trabajando fuertemente en las normalizaciones de las regionales de la CGT. Eso es política federal también, un ida y vuelta con las provincias necesario.
Y un contenido de ampliación de derechos para las y los trabajadores. María Rosa Martínez hizo una referencia interesante a uno de los «cucos» que lleva como ariete la oposición: la reforma laboral. Así presentada se la conoce como un eufemismo para la flexibilización laboral, la reducción de derechos, el aumento de la precarización y la explotación laboral. Pero qué sucedería si se recogiera el guante y se la reinterpretara: «Es importante que haya una reforma laboral pero en avance de derechos para los trabajadores y trabajadoras», aclaró Martínez.
Soledad Alonso también apuntaló: «Que la reducción de la jornada sea nuestra bandera y que no nos la quiera sacar la derecha para imponer una flexibilización laboral».
La reducción de la jornada laboral está planteada en los proyectos para mejorar la calidad de vida de los y las trabajadoras e incluso para mejorar la productividad. «No vamos en contra de la producción, al contrario. Si no lo quieren discutir es porque no quieren ampliar nuestros derechos y no quieren que conozcamos otra vida. En la pandemia, aún con todo el dolor, muchos descubrimos que podíamos tener otra vida.», recordó Claudia Ormachea.
A su turno, el propio ministro de Trabajo bonaerense Walter Correa defendió el punto: «Que no nos vengan a correr estos señores, que la verdad que nunca trabajaron, con el argumento de la productividad porque somos muy productivos» y luego se expresó explícitamente a favor de la reducción de la jornada. «No tengo condicionamientos. Sé que cuento con el apoyo de quienes me conducen», agregó.
Y si 2023 todavía está muy lejos, próximamente se viene el 17 de noviembre, Día de la Militancia. Para entonces, el peronismo planifica un gran acto en el Estadio Único que va a tener como protagonista a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner: «Toca Cristina», dicen propios y ajenos, por la imponente repercusión que suelen tener sus apariciones. Esta será especial por ser el primer evento masivo y abierto en el que se presente luego del intento de homicidio, que todavía se está investigando en toda sus dimensiones. Yasky convocó a todo el movimiento obrero a explotar el Único: «Nos tiene que quedar chico».
Al evento llegarán con el espaldarazo de esta presentación: «Muchas veces a nosotras nos dicen que hay que esperar. Nunca es el momento para tratar la ley del aborto, nunca es el momento para una candidatura. El momento es ahora. Evita nos lo dijo hace 70 años: ha llegado la hora.», concluyó Martínez.