En la tarde de ayer y tras un breve piquete porque la empresa dilataba la reincorporación de los 28 trabajadores que permanecían fuera de la empresa, los obreros despedidos de Lear pudieron ingresar a sus puestos de trabajo.
Tras la decisión de la Justicia, que había ordenado la reincorporación inmediata, y a pesar de las dilaciones -la empresa pretendía licenciarlos, o no pagarles los salarios caídos-, los trabajadores, despedidos en mayo sin causa, fueron reincorporados en la fábrica autopartista.
El viernes los obreros habían querido ingresar y habían sido vetados por la firma, pero el Ministerio de Trabajo -finalmente- certificó su ingreso este lunes cumpliendo por lo establecido por la Justicia.
La orden judicial que los benefició fue adoptada por unanimidad la Sala X de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, a cargo de los jueces Enrique Brandolino, Daniel Stortini y Gregorio Corach, en consonancia con el dictamen del fiscal general Eduardo Alvarez.
La medida cautelar requerida por los trabajadores despedidos se fundamentó en que se trató de despidos masivos sin presentación previa del Procedimiento Preventivo de Crisis que, según la ley 24.013, es un requisito «imperativo» sin el cual deben ser anulados por la cartera laboral.
El conflicto con los trabajadores de Lear comenzó el 28 de mayo último, cuando la autopartista suspendió por tiempo indeterminado a 330 operarios y despidió a otros 110, de los cuales 28 permanecían hasta el martes pasado como cesanteados.
La decisión empresarial de concretar suspensiones y despidos derivó en una serie de cortes en la Panamericana, algunos de los cuales terminaron con choques violentos y la represión de fuerzas de seguridad.