La Comisión Episcopal de Pastoral Social, la Acción Católica y la Comisión Nacional de Justicia y Paz realizaron ayer una ceremonia religiosa por el Día Internacional del Trabajador y pusieron el énfasis en el cuidado del trabajo, junto a representantes de las centrales obreras.
La convocatoria estuvo dirigida a las cinco centrales sindicales, aunque concurrieron el titular de la CGT Alsina, Antonio Caló, y en representación de la CTA Autónoma, Carlos Custer.
La ceremonia, que tuvo lugar en la sede de Acción Católica, estuvo presidida por el titular de la Pastoral Social, Jorge Lozano, quien durante el acto expresó que «a través del trabajo se participa de la obra creadora de Dios».
«El trabajo es sagrado y la inequidad es una ofensa al creador», sostuvo Lozano, quien exhortó a «pedirle a Dios que en nuestra patria todos puedan ganarse el pan».
Poco después, tras la ceremonia, Lozano manifestó a la prensa que existe en la Iglesia «preocupación por ámbitos golpeados, como la construcción, la siderurgia, el sector de vehículos y los empleados públicos».
También se refirió a la ley de emergencia ocupacional al señalar que «la Pastoral Social no tiene una opinión concreta sobre el proyecto, no decimos si es bueno o malo, pero nuestro criterio central es cuidar el trabajo».
Poco antes del inicio de la ceremonia, Antonio Caló dijo a los periodistas que es necesario un llamado a la «concertación con los empresarios y que la Iglesia interceda por los despidos».
«La Iglesia siempre participó de los problemas sociales», manifestó el dirigente metalúrgico, quien confirmó que el 22 de mayo la CGT que lidera, junto a las otras centrales obreras, estará presente en Mar del Plata para participar de la semana social de la Iglesia.
Caló afirmó que «no queremos que le vaya mal a este gobierno, buscamos que le vaya bien a los trabajadores» y resaltó el acto por el 1 de mayo que las centrales obreras concretaron el viernes pasado. «Fue una convocatoria multitudinaria, eso quiere decir que algo está pasando», afirmó.
En el marco de la ceremonia, el representante de Acción Católica, Rafael Corso, abogó por una «Argentina unida en la diversidad» y expresó: «Que nadie sea excluido de la mesa del trabajo».
Durante el encuentro, se dio a conocer un documento elaborado por el sector de trabajadores de la Acción Católica, donde se manifestó que «nuestro Papa Francisco nos ha enseñado con insistencia que debemos decir no a una economía de la exclusión y la inequidad porque esa economía mata».
«Por eso queremos solidarizarnos en primer lugar con todos aquellos que se encuentran desocupados», indicaron y agregaron que «proponemos la reflexión seria y responsable respecto de la situación de aquellos que durante varios años han sido contratados en forma precaria por parte del Estado y hoy se encuentran más desprotegidos frente a los cambios de estructuras y reorganizaciones propias de una nueva gestión de gobierno».
En el documento se expresó preocupación por la «importante suba en los precios de bienes y servicios y todavía altos niveles de inflación», pero se resaltó «la ampliación de beneficiarios de la Asignación por Hijo y otras iniciativas que tienden a disminuir ese impacto, insistiendo en la necesidad de superar las desigualdades que aún persisten y se deben atender».
Por su parte, Carlos Custer mencionó también palabras del Papa Francisco al señalar que «no se puede dividir lo económico de lo social» y destacó el rol de la Pastoral Social en la defensa del trabajo.