Reunión clave por la reforma laboral

Quizás el paso más complejo ya lo dio el Gobierno. Es que no sólo consiguió instalar la idea de una reforma laboral, sino que encontró predisposición dentro de la central obrera a hacer cambios en las relaciones laboral, bajo el argumento de ganar competitividad para la producción nacional.

Esa primera victoria política de Cambiemos, no menor, hoy empezará a tomar dimensión concreta cuando los equipos técnicos de los popes cegetistas empiecen a diseccionar el borrador preliminar para hacer una devolución de cuáles son los puntos que aceptarán modificar.

Se espera que la CGT de pista libre al régimen de blanqueo laboral y también a la instalación de pasantías, ahora denominadas prácticas formativas. Esos dos puntos fueron eje de las negociaciones entre el Gobierno y los sindicalistas en toda la etapa previa, en la que les prometieron que no iba a haber una reforma como la que ahora se propone.

También,se descuenta, que en Azopardo 802 los gremialistas aceptarán los cambios en los regímenes de licencias, quizás los únicos aspectos positivos para los trabajadores del anteproyecto.

La incógnita es qué sucederá con el núcleo duro del borrador de Triaca. Es que lo más profundo se concentra en la modificación de la Ley de Contrato de Trabajo, algo que hasta el momento se habían negado a tocar desde la CGT y que podrían aceptar marginalmente. Desde Cambiemos parecen quedarse inmutables en esas modificaciones que redundan en una reescritura de las relaciones laborales vernáculas y que harán muy incómodo cualquier acompañamiento gremial.