El mundo petrolero vive momentos convulsionados y Alberto Roberti, el Secretario General de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles, sufre las consecuencias de haber puesto más fichas en la política que en la vida interna del sindicato.
El primer golpe a Roberti se lo dieron las seccionales más importantes de la Federación que decidieron abandonar la entidad y alzar su propia voz desde la Patagonia para protagonizar, sin mediaciones desde Buenos Aires, sus propios reclamos.
A esa merma de poder y de recursos, que son clave para la utilización en la campaña electoral en la que Roberti está lanzado para apoyar la candidatura presidencial de Sergio Massa, ahora se suma más presión interna.
Desde la pequeña seccional de Entre Ríos, que apenas cuenta con unos 500 afiliados, le exigen al dirigente y diputado nacional por el Frente Renovador que ponga un freno en su campaña electoral e impulse un reclamo por ganancias.
Los petroleros entrerrianos exigen tener una reunión de Comisión Directiva a nivel nacional el 2 o el 3 de noviembre para afrontar el tema y decidir qué y cómo reclamar.
Como desde Bueno Aires las respuestas no llegan en Entre Ríos el gremio ya comenzó negociaciones con las empresas para buscar alguna alternativa
Mientras tanto Roberti deberá tomar nota para tratar de contener las rebeliones internas que no cesan y ya comienzan a mostrar nubarrones que oscurecen hasta su futuro electoral.