Las salidas de varios dirigentes no apagan las internas en el interior de la CGT. Es que Carlos Acuña, lugarteniente de Luis Barrionuevo en el triunvirato devenido binomio, anunció una huelga general de 36 horas con movilización para noviembre sin haberlo consensuado y despertó la ira y la sorpresa de sus pares.
Ayer fue Roberto Fernández el que salió a cruzar al titular del gremio de estaciones de servicio: «Si el gobierno llama al diálogo, vamos a analizar si vamos al paro», relativizó el colectivero, al tiempo que remarcó: «El país se construye dialogando, no con aprietes».
En diálogo con AM530, Fernández señaló que «hay que discutir adentro de la CGT el paro que anunció Acuña», poniendo paños frios a los titulares catástrofe que inundaron los portales y agregó: «Me hubiera gustado que Acuña planteara el paro adentro de la central obrera, antes de anunciarlo».
Sin embargo, el sindicalista subrayó que «si el gobierno no corrige el rumbo, va a haber un paro, porque cada vez hay más pobres». Esas sentencias se ponen en línea con lo declarado por Héctor Daer, y delinean la posición de los estratégicos gremios del transporte.
Por último, Fernández respaldó a la dirigencia de Camioneros en medio de su batalla con el Gobierno Nacional: «Hay una persecución sobre los Moyano». Y concluyó: «Ellos siempre van a tener el apoyo del movimiento obrero».